La Ciudad vuelve a quemar basura: qué peligros supone

El especialista en medio ambiente Antonio Brailovsky criticó esta nueva medida. “La basura financia la política”, aseguró.

Recientemente, en la Ciudad se hizo una modificación a la Ley de Basura Cero, que permitió los procesos de termovalorización, es decir, de quema de residuos.

 

“Es una ley muy ambigua, que no da ninguna línea sobre qué se va aplicar ni de qué manera. Hay una contradicción: la termovalorización es quemar cosas combustibles y al mismo tiempo se habla de quemar solamente aquello que no sea reciclable”, explicó el especialista en medio ambiente Antonio Brailovsky en diálogo con “Urbanos” por Radio Arinfo.

 

En ese sentido, denunció: “Parece haber un importante negocio de venta de aparatos para quemar. Van a tratar de quemar todo lo que puedan”.

 

“Nadie sabe cómo se van a controlar los aparatos incineradores, que son tecnologías altamente peligrosas. Acá no hay tanto control ambiental para confiar que las cosas se hagan como en París o en Viena. Además, no los van a poner en Recoleta o Nordelta, los van a poner al lado del Riachuelo donde hay gente pobre. Nunca en un lugar elegante. E otros países, el impacto de las incineradoras en la salud no se ha podido medir porque la gente de esos lugares ya está enferma y no se sabe a qué atribuir esa enfermedad”, sostuvo el titular del Observatorio de Medio Ambiente de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires.

 

Además, recalcó: “La sociedad tiene la fantasía de que si algo se quema, desaparece. Pero, al quemarse, los residuos se transforman en gases tóxicos y en cenizas que son residuos peligrosos. No hay garantía de que esto se opere de manera segura. Además, es más caro que lo que se hace ahora, que tampoco es ninguna maravilla. Creo que es un retroceso muy importante”.

 

Respecto del rol de los cartoneros, dijo que habrá que replantearlo: “Ellos inventaron y organizaron un trabajo. Hay riesgo de que todo esto se pierda, con el impacto social de que no hay alternativas para esta gente.  Al mismo tiempo, está la irracionalidad de quemar cosas útiles”.

 

“Debe haber evaluación de impacto ambiental del proyecto que deberá discutirse en audiencia pública. Hay que ver qué cosas se aprueban durante el Mundial, cuando la gente esté distraída con otro tema”, advirtió Barilovsky.

 

Para el especialista, que días atrás presentó su libro “Historia ecológica de la Ciudad de Buenos Aires” en la Feria del Libro, la Ley de Basura Cero de la Ciudad nunca se aplicó “porque no era negocio”.

 

“El interés económico era producir todo la basura que se pudiera. Los contratistas del Ceamse están muy interesados en eso. Nunca hubo un interés real de autoridades de bajar cantidad de basura”, aseguró desde los micrófonos de Radio Arinfo.

 

Y, concluyó: “Incinerar interesa porque la basura financia la política. La gente quiere que le saquen a la basura de encima, no saber cómo desaparece. Entonces, es el lugar ideal para hacer contratos que permitan financiar una campaña electoral. Hay un interés que se mantenga en lo oscuro: cuando menos se hable de números, mejor”.   

 

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