Shell, una empresa con más de 100 años de historia en la Argentina

La petrolera apuesta a seguir creciendo en el país con nuevos emprendimientos

En el 2014, Shell celebró sus 100 años en la Argentina con una gran fiesta. Dos años después, la empresa quiere seguir siendo uno de los líderes de su segmento en el país, apostando siempre a la innovación.

“Esta es una compañía donde mucha gente ha hecho toda su carrera. Hay personas que han ingresado como pasantes y que se jubilan con más de 40 años de servicio. Incluso, tenemos distintas generaciones de una misma familia”, destacó Verónica Staniscia, gerente de Relaciones con la Comunidad de Shell, quien lleva 15 años de trabajo en la empresa, y agregó: “Hay una nueva tendencia por la que los jóvenes, cada tres o cuatro años, cambian de compañía. Acá se da eso de tener la camiseta puesta. Hay una permanencia y un sentido de pertenencia, como si fuera una familia. La empresa da oportunidades de elegir tu propio camino, de ser creativo. Está todo por hacer y te dejan hacerlo. Se respeta la diversidad”.

Las estaciones de servicio (más de 600 entre las de la marca y la de los ‘dealers’), los productos químicos y los lubricantes son el negocio más notorio y por el cual más se reconoce a Shell. Pero, en los últimos años, la empresa se ha especializado también en la exploración y producción.

“Las inversiones en vaca Muerta nos dan un lugar muy importante dentro de Latinoamérica. Es una participación incipiente. Nos han dado la concesión para la exploración de tres zonas. Esperamos que en 20 años podamos decir que somos una empresa integrada y que nos conozcan así. Esperamos que esto siga creciendo”, señaló Staniscia, en diálogo con “La hora naranja” por Radio Arinfo y también resaltó la construcción de una nueva planta de producción que, a partir de las nuevas tecnologías, genera menos impacto en el medio ambiente.

En lo que hace a la Responsabilidad Social Empresaria (RSE), Shell prefiere referirse a esa labor como “desempeño social” y buscan “trabajar cerca de la operación para detectar riesgos e impacto en las comunidades”.

Con esa finalidad, desarrollan programas de inversión social. En Neuquén, por ejemplo, detectaron que no había gente capacitada en temas vinculados a la industria y que, por la llegada de la empresa, iban a crearse fuentes de empleo y se iba a requerir mano de obra local.

Es por eso que crearon un taller de capacitación junto a la escuela de petróleo de Comodoro Rivadavia. Se armaron cursos de seis meses, con asistencia todos los días durante cuatro horas. Para acceder, los interesados rinden un examen inicial y luego  se accede por mérito, ya que hay cupos limitados.

“El desarrollo de habilidades y el perfeccionamiento generará acceso laboral a futuro. Los cursos comenzaron en 2013 y, de la primera promoción, ya están todos trabajando. De la segunda y de la tercera, cerca del 60%. La gente tiene mayores aptitudes para insertarse dentro del mercado laboral”, planteó la gerente de Relaciones con la Comunidad desde los micrófonos de Radio Arinfo,

Y, finalmente, aportó al “trabajo mancomunado de todos los actores”, en relación al gobierno, los contratistas y la empresa, para “desarrollar programas que involucren en forma directa a la comunidad”.

  

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