“Entre la secundaria y la universidad no se trabajan cuestiones vocacionales”

El Dr. Avelino Porto, Presidente y Rector de la Universidad de Belgrano, habló sobre los desafíos que enfrentan hoy los jóvenes que acceden a la educación superior

Hace 51 años, en un edificio ubicado en Crámer y Sucre que tenía cuatro habitaciones, un sótano, una oficina y un empleado, un grupo de estudiantes eligió al Dr. Avelino Porto como rector de la Universidad de Belgrano. Fue el puntapié inicial para esa casa de estudios por la cual el abogado ya ha visto pasar a muchas generaciones de jóvenes con ambiciones profesionales.

Como voz autorizada para hablar de la cuestión, el Dr. Porto expresó que, en la actualidad, on “pocos” los jóvenes de entre 17 y 18 años que tienen un “llamado vocacional”.

“Generalmente, son los que siguen medicina, porque ahí hay una ensoñación muy particular. En el resto de las disciplinas, solo miran qué va a ocurrir después de graduarse, cuál va a ser su vida, se preguntan: ¿el día que me reciba, podré trabajar de lo que estudié? No saben si les va a gustar, en tanto conozcan el lenguaje de la profesión. Estos se expresan en palabras, diseños, y esto se comprueba en primer o segundo año de vida universitaria”, planteó el abogado de la UBA.

El especialista lamentó que, en el salto entre la escuela secundaria y la universidad, hoy “no se trabaje sobre cuestiones vocacionales” y aseguró que “la mayoría de los chicos en el último año no tienen despertar de vocación, sino de viaje o diversión”.

“Entonces, no saben bien dónde se meten cuando llegan a universidad. Hay que hacer un esfuerzo por modificar la última etapa de la secundaria para que entiendan el tema de las vocaciones y que tengan contacto con la realidad”, consideró en diálogo con “Aquí la 13” por Radio Arinfo.

En ese marco, el rector de la Universidad de Belgrano llamó a los jóvenes a interesarse por la educación superior: “Vale la pena persistir en sentirse algo, en tener sueños, imaginarlos y hacer lo imposible por lograrlos. Algunos dirán que se requiere dinero o posición. Yo nací de la pobreza y, por ser un luchador, dios me permitió tener posibilidades. El destino de las personas es ser algo, sentirse algo. Eso no se lo regalan a nadie, uno lo tiene que ir consiguiendo. No importa ser el hijo del empresario, del profesional o de la señora que hace trabajo de limpieza en una casa. Lo que importa es tener ganas de ser, ese es el secreto”.

“Hay obstáculos, hay varias caídas en el camino. Lo importante es la persistencia y la continuidad: la voluntad para decir estoy dispuesto a sentirme algo y me lo tengo que ganar yo. Eso es algo que tiene que venir de adentro”, agregó.

Finalmente, afirmó desde los micrófonos de Radio Arinfo que “estudiar es un privilegio de la vida” y dejó un mensaje a los jóvenes que terminan la escuela secundaria: “Estudien donde se les ocurra, pero estudien. No abandonen nunca”.
 

 

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