La danza, herramienta para el rescate de la cultura afro en Argentina

La bailarina Gabriela Fabro cuenta cómo, a partir de una experiencia personal, pudo crear una escuela que busca revalorizar nuestras raíces




“Proyecto Mestizo” es el nombre que recibe la escuela de danzas creada por la bailarina egresada del Teatro Colón Gabriela Fabro. Se trata de un espacio en el cual el arte se combina con la necesidad de reconocer y revalorizar nuestras raíces y, sobre todo, la cultura afro, muchas veces tan relegada en la sociedad.

“La palabra ‘Proyecto’ invita a imaginar algo que no está nunca terminado, que está siempre en movimiento, y ‘Mestizo’ es porque todos somos mestizos, sobre todo Latinoamérica y el Caribe”, explicó Fabro.

A la hora de contar cómo surgió este espacio dedicado a la danza y la cultura, contó: “Cuando terminé mi carrera del Colón, estaba muy segura de que quería ser bailarina, de que la danza era mi vida, pero no encontraba mi forma de expresión. Entonces, comenzó la búsqueda y el indagar qué era lo que me pasaba, qué necesitaba. Era un llamado al espíritu, que estaba inquieto. No encontraba el camino para que se junten mi parte racional y la espiritual”.

“Por ese tiempo conocí la obra Súlkary del Maestro Eduardo Rivero, un cubano que fue cultor de la cultura africana antes de su colonización. Él rendía culto a guerreros, príncipes y reinas, cuando todos convivían antes del saqueo en tierras africanas. Sus obras narran todo esto, por lo que me pareció una herramienta técnica fundamental para tomarla y atravesar nuestro folklore y nuestro tango”, relató la bailarina en diálogo con “Amor por África” en Radio Arinfo.

Sobre cuál es la innovación que se produce a través de la integración de estas técnicas, a priori tan disímiles, dijo: “En nombre de la preparación, muchas veces nos servimos de técnicas que limitan un poco la expresión humana. La técnica de ballet, por ejemplo, es bellísima y riquísima, pero es muy estereotipada en tu estilo y envasa demasiado. Esta técnica de Rivero hace que la danza no pierda fuerza y humanidad y, además, tiene raíz negra. En base a esta herramienta técnica, yo trabajo nuestro folklore y nuestro tango. A esta disciplina la denomino afro-contemporáneo, pero se alimenta directamente de la danza moderna cubana, que es la técnica madre”.

“Yo me formé en Cuba. Tuve la suerte de viajar y conocer al Maestro Rivero. Lo encontré y me recibió en el 2001. De allí en adelante, pudimos hacer una relación fraterna y artística muy importante. Mi vida artística es un antes y un después de él. Desde que lo conocí, ni un solo día de mi vida dejé de estar conectada con mi pensamiento, con mi corazón, con él y con el trabajo. Eso favoreció una evolución y un desarrollo”, remarcó Fabro.

Sobre los objetivos que se plantea con “proyecto Mestizo”, precisó: “Mi pequeño granito de arena a través de la danza es empezar a crear un poco de conciencia. Hay muchas personas que todavía no tienen conocimiento de ciertas cosas, porque han borrado una gran parte de la historia en la cultura y la historia: nos han negado la conciencia de nuestras raíces, de nuestro lugar de pertenencia, de nuestro suelo, de nuestro sentido antropológico. Se trata de, a través de la danza, despertar la conciencia y revalorizar el folklore. Enseñarles a los niños desde temprana edad que gusten de nuestro folklore, de nuestro tango, que eso también tiene raíz negra”.

“En la escuela hoy hay mucha gente pequeña, jóvenes y adultos. Los que más se acercan son estos últimos, porque son los que tienen más conciencia. Antes no se hablaba del tema. En los últimos diez años, de a poco, se ha ido hablando de nuestras raíces, de nuestro sentido de la nacionalidad, etcétera. Eso sirve como base o escenario para comenzar a explayarse y crear un terreno propicio”, valoró la bailarina desde los micrófonos de Radio Arinfo.

 


Escuchá "Amor por África" los miércoles de 14 a 15 horas por www.arinfo.com.ar

 

 


 
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