Yoga Ashtanga Vinyasa: respiraciones que se mueven

El instructor Alejandro Chiarella cuenta las particularidades de este sistema dinámico





El yoga está en auge en la Argentina. Cada vez son más las personas que se animan a practicarlo y a recomendarlo como modo de mejorar su cuerpo y su espíritu. Sin embargo, pocos saben que existen diferentes técnicas, con distintas particularidades. Una de las más novedosas, es el Ashtanga Vinyasa.

“No es tan difícil, pero es un sistema bastante dinámico, con mucho movimiento. Es diferente a otros sistemas de yoga en los que, en general, hay posturas estáticas. Este tiene movimientos respiratorios y, en el medio, posturas estáticas cada tanto”, contó el instructor Alejandro Chiarella, quien tiene 25 años de experiencia con esta técnica.

En ese marco, sostuvo: “Se trabaja mucho con la respiración. Yo siempre digo que son respiraciones que se mueven”.

“Los pensamientos y las emociones están totalmente conectados a la forma en que respiramos. Cuando se habla de respirar, uno se imagina solo levantar el pecho y bajarlo, pero mi profesor de biomecánica me dijo que el tórax tiene 282 movimientos diferentes. Ampliar el movimiento respiratorio requiere de mucho trabajo, pero es fabuloso”, sostuvo el especialista en diálogo con “La hora positiva” por Radio Mente Libre.

A la hora de enumerar los efectos benéficos dela práctica de este sistema, señaló: “El primero es sentirse mejor en cuanto a salud. Sentís como si te hubieras sacado de la espalda esa pesada mochila que todos cargamos. Eventualmente, el yoga apunta a despertar todos los potenciales que tenemos como seres humanos”.

Chiarella se formó en el Ashtanga Vinyasa con maestros de Nueva Zelanda e India, pero su interés por el yoga nació de muy pequeño: “De chico, hacía posturas, respiraba y me sentía diferente. Había algo mágico en eso, pero nunca había escuchado ni siquiera la palabra yoga. Ya de adolescente, empecé a practicar otros deportes como el rugby. A los 20 años, un amigo me contó que había empezado yoga y me mostró un ejercicio en el cual movía la panza para adentro y para afuera. Eso me pareció muy extraño porque unía lo físico con lo espiritual, algo que en nuestra cultura está bastante escindido. Entonces, fui conociendo diferentes sistemas hasta que caí en el Ashtanga Vinyasa, que es un sistema bastante movido y que pega más con la inclinación física que tengo a moverme, pero también apunta a la quietud mental”.

“En India, hace más de tres mil años, todo el mundo practicaba yoga: los chicos y los grandes. Luego, vino el sistema de castas y fue una de ellas la que se quedó con todo el sistema del yoga, dejando afuera al resto. También dejaron afuera a las mujeres y a los niños, por lo que se hizo algo cada vez más cerrado. Hace unos 150 años, un maestro decidió enseñarle a su discípulo para que este lo transmita a todo el mundo, sean mujeres, niños, occidentales, etcétera. Se trataba de abrir el yoga por completo y así fue. Hoy se practica más yoga en occidente que en India”, señaló el instructor desde los micrófonos de Radio Mente Libre.
 
Actualmente, los mayores referentes de esta técnica se encuentran en India, Estados Unidos, Europa y Australia. En Argentina, Chiarella ha emprendido un nuevo trabajo enseñando yoga para chicos.

“Me parece fabuloso y es el futuro. Se enseña cómo vivir mejor frente a la contaminación ambiental, emocional y mental”, concluyó.
 


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