Se estrenó la película “El manto de hiel”

El director Gustavo Corrado cuenta detalles de la filmación de esta historia que tiene al paisaje como gran protagonista

Un hombre llega a un misterioso pueblo al quedarse sin nafta y se encuentra con un grupo de peculiares personajes. Ese es el puntapié que da comienzo a la historia de “Manto de hiel”, la tercera película del director argentino Gustavo Corrado, que se exhibe en el Cine Gaumont y en el Hoyts de Quilmes.

“Esta iba a ser mi primera película. El guión lo escribí hace como 18 años, cuando cursaba el último año de la FUC. Lo pensé en un viaje a la zona de Cuyo. Mi idea original tenía que ver con los temblores y las cosas que nacen de abajo de la tierra. La historia tenía algo de realismo mágico latinoamericano” contó el realizador.

En esa línea, agregó: “Quería hacer una película con un paisaje que fuera protagonista, con la soledad, con la aridez. Así fui construyendo un relato, con algunas ideas anteriores y con otras inspiradas por lo que pasa en esos lugares”.

“Si bien está inspirado en la naturaleza del lugar, este es un relato que no tiene atisbos de regionalismo o folklorismo, porque no se sabe bien dónde sucede. Lo mismo pasa con los tipos raciales. Busqué gente a la que, por los rasgos, no la pudieran ubicar en ninguna región o país determinado, salvo por la forma de hablar”, dijo Corrado al programa “La página de Daniel Loisi” en Radio Arinfo.

El protagonista de la historia está encarnado por el actor William Prociuk, quien fue el encargado de ‘reclutar’ al resto de los intérpretes.

“Yo pensaba en cómo iba a ser el rodaje. Conseguimos un crédito del Incaa y nos dieron una mano con la logística, pero estábamos muy ajustados y no nos iba a sobrar nada. Además, se filmó en enero, en una zona muy dura por el calor como es el límite entre San Juan y La Rioja. Por todo eso, yo quería un elenco que viniera trabajando de antes, que se conocieran. ‘Willy’ hizo el nexo y gran parte del elenco de esta película es del equipo que trabaja con Javier Daulte”, reveló el director.

Asimismo, destacó: “En el guión ya había un trazo sobre los personajes, pero tuve la suerte de trabajar con un gran elenco. Los personajes eran siniestros pero, a la vez, debían mantener el misterio y tener una vida interior fuerte. Por eso yo quería trabajar con actores de formación rigurosamente teatral. Ellos tomaron los personajes como propios y le dieron intensidad y matiz. Realmente aportaron muchísimo”.

Finalmente, desde los micrófonos de Radio Arinfo, Corrado valoró el trabajo del equipo técnico: “El cine es un trabajo en equipo. Si bien el director da las ideas, marca el camino hacia dónde ir, trata de controlar que todo se mantenga en una unidad estética y tenga una coherencia estilística, después está el aporte invalorable de otra gente”.

Destacó a la gente de sonido, escenografía, cámara, iluminación y utilería y sostuvo: “Yo me dejé llevar porque cada uno en su rubro supera al director y uno los tiene que dejar hacer”.
 


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