Aníbal Ibarra lanzó su candidatura a Jefe de Gobierno

El Legislador porteño hizo públicas sus intenciones de volver al máximo caro en la Ciudad. Dio su versión sobre lo ocurrido en la tragedia de Cromañón y analizó la coyuntura económica nacional





“Es una decisión que tomé junto a mis colaboradores: vamos a ir a disputar las PASO en la Ciudad de Buenos Aires”. Con esa frase, Aníbal Ibarra anunció que será candidato a Jefe de Gobierno porteño en las próximas elecciones. Intentará recuperar el cargo que ya ostento entre el 2000 y el 2006, año en que fue destituido por juicio político tras la tragedia de Cromañón.

“Estoy convencido de que el porteño merece muchas cosas que son posibles de alcanzar y que desde el Gobierno los podemos buscar”, aseguró el Legislador porteño por el Frente Progresista y Popular, quien hizo hincapié en la cuestión de la vivienda como uno de los ejes centrales de su campaña.
Al ser consultado sobre su visión de lo que ocurrió en Cromañón, el incendio en el boliche de Once que se llevó la vida de 194 personas, planteó: “Es necesario y es bueno debatir el tema. La pelea y la utilización política de la terrible tragedia no se discutió nunca”.

“Al lugar entraron menores, usaron cientos de bengalas, había más gente de la permitida. Cada una de esas cuestiones eran contravenciones que debían ser controladas y debían forzar la intervención de la Policía Federal, algo que no se hizo. De eso nunca se habló”, sostuvo Ibarra en diálogo con “Puente urbano” en Radio Arinfo y agregó: “La Policía Federal sabía lo que pasaba, estaba allí, tenía un patrullero en la puerta de todos los recitales. No intervenían porque recibían dinero, porque había corrupción. Incluso lo dijo la Justicia, que condenó a varios efectivos”.

“Eso es lo central que pasó en Cromañón y no se dijo porque hubo una utilización política y una intención de quedarse con el Gobierno. El mío era un Gobierno que gozaba de un apoyo de la sociedad inédito, que apoyaban desde Carrió hasta Kirchner y que, a pesar de la crisis del 2001, le ganó con una contundencia importantísima a Macri. No había forma de que por los métodos nos sacaran de allí”, consideró el dirigente.

En ese marco, señaló: “Habíamos hecho subtes a pesar de la  crisis, habíamos generado ahorros para pago de deudas viejas, teníamos solidez. Utilizaron políticamente esa terrible tragedia. Fueron por un gobierno y se quedaron con él. En otros lugares del mundo pasaron cosas similares y nunca ocurrió algo como en Buenos Aires”.

En otro plano, Ibarra dio su opinión respecto a la coyuntura económica nacional y el conflicto con los Fondos Buitre: “Todo esto es una negociación sobre una deuda que no generó este gobierno, sino que se dio en épocas anteriores. Es heredada. Hoy hay voluntad de pagar, pero con una negociación. El 93% de los acreedores internacionales aceptaron y quedó afuera casi un 7% que compró los bonos después y que se llaman ‘Fondos buitre’, porque los compraron a precio basura. Esos eran bonos ‘defaulteados’ y estaban muy baratos. Fueron a juicio por especulación y, en solo seis años, pretenden ganar un 1600%. La Justicia de Estados Unidos dijo que hay que pagarles el total: es un negocio redondo”.

“En su momento, la clásula RUFO se puso para convencer al 100% de entrar al canje. Hoy, si Argentina accediera a pagar a este 7% lo que dice la Justicia de Estados Unidos, tendría un juicio por parte del restante 93% que quebraría al país. Argentina está entre la espada la pared por una deuda que este gobierno no generó”, reiteró.

Asimismo, Ibarra expresó: “Si la Argentina no paga lo que dice Griesa entrará en ‘default técnico’. Se llama así porque moralmente estamos bien. Formalmente, tenemos voluntad de pago. Argentina ha pagado religiosamente en todo estos años, incluso ha pagado a los bonistas la última cuota pero ese dinero no les llega porque el juez lo impide. Siempre hemos demostrado voluntad de pago. Esto es reconocido en los mercados internacionales. Por eso no es el apocalipsis. En 2001, en cambio, Argentina no podía pagar porque cayó, desbarrancó”.

“En la oposición están frotándose las manos por esta situación, pero la sociedad reaccionó de otra manera. Muchos se sintieron heridos por los Buitres y, aún sin coincidir con el Gobierno, le pusieron el hombro a la situación y, quienes intentaron sacar rédito político, quedaron confrontados con importantes sectores de la población. Hay quienes desean que la Argentina no le vaya bien para sacar ventajas políticas”, denunció.

Y, finalmente, anticipó desde los micrófonos de Radio Arinfo: “El 31 de diciembre se termina la cláusula RUFO. En cualquier momento puede haber acuerdo, esto sería lo mejor y lo óptimo. Pero, si  no se da, Argentina entrará en cesación de pagos y luego se reestructurará la deuda sin esta espada sobre la cabeza que es la cláusula”.
 
   


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