“Este no es un espectáculo de murga, sino de amor y de cariño”

Roberto del Gaudio, director de “Los rengos del Bajo”, habla de lo que implica trabajar en un espacio de “rehabilitación y habilitación” para jóvenes con discapacidad





Con sus 70 años, Roberto del Gaudio le pone el  cuerpo y el alma a llevar adelante el trabajo que demanda la murga “Los rengos del Bajo”, una agrupación que, desde hace ya 14 años, recibe a jóvenes con diversas discapacidades que quieren disfrutar de esta variante artística popular.

“Es una murga que está compuesta en un 70% por personas con distintas discapacidades. Muchos de los integrantes tienen espina bífida, que es la condición que trata la entidad que nos apadrina que es APEBI, pero también hay personas con hidrocefalia, no videntes, cuadripléjicos, hipoacúsicos y discapacitados mentales”, explicó el director de la murga.

Del Gaudio remarcó que el espectáculo que dan “Los rengos del Bajo” se desarrolla de la misma manera que las murgas convencionales. “La única diferencia es que hay personas con capacidades limitadas y en sillas de ruedas”, aclaró.

Esta agrupación cumple, además, con todas las exigencias de las murgas convencionales: tienen canción de entrada, canción de presentación, crítica, ronda de habilidades para demostrar lo que aprenden los jóvenes y canción de retirada.

“Este año solicitamos a la presidencia del carnaval que nos evalúe como a cualquier otra murga, porque consideramos que estamos en condiciones de dar un buen espectáculo. Si bien no todos los integrantes pueden bailar y saltar, hacemos cosas muy lindas”, sostuvo el responsable del espacio en diálogo con “Mirada Ciudadana” por Radio ArinfoPlay.

En el 2000, Del Gaudio administraba un restaurant en el predio donde funciona el Servicio Nacional de Rehabilitación. Un día, escuchó bombos, se acercó y encontró que chicos en sillas de ruedas estaban bailando murga. Advirtió que, junto a ellos, había gente convencional que los ayudaba en la actividad y que eran integrantes de “Los preferidos de Villa Urquiza”. A partir de allí, surgió la idea de darle forma oficial a “Los rengos...”.

Justamente los integrantes de “Los preferidos…” fueron los que les enseñaron a hacer los trajes, las galeras, las canciones y a tocar los bombos. Fueron sus profesores y hoy son sus “padrinos murgueros”.

“Mi debut en la murga fue en Costanera Sur, llevando la silla de un joven triple amputado que tocaba un instrumentos con el único brazo que tenía. En el momento de la exhibición, no pude seguir y me quedé llorando en un costado”, recordó con emoción Del Gaudio.

En ese marco, afirmó: “Emocionalmente, esta tarea es muy fuerte, pero los pibes son maravillosos. Mi cansancio no lo generan los chicos, sino los padres. Hay muchos que son voluntariosos, solidarios y trabajadores, pero otros no entienden que lo fundamental de esta murga es que esos chicos sean felices”.

“El baile de la murga y el sonido de los bombos es un elemento rehabilitante y habilitante para las personas con discapacidad. No se trata de una píldora o una vitamina, sino de algo que se trae de las entrañas. Estos chicos vienen porque les gusta la murga y, cuando escuchan los bombos y los silbatos, hacen movimientos que habían dejado de hacer. Ahí está el éxito”, aseguró el director.

También dijo que, en ese espacio, los integrantes de la murga “se liberan mentalmente” porque “son felices y la pasan bien”.

“Empiezan a ver un mundo distinto al encierro de su casa o al mundo reducido de sus padres y de círculo familiar. Acá conocen amigos, se ponen de novios, etcétera”, resaltó.

Del Gaudio se definió como “un enamorado” de “Los rengos…” y confió que todos los días “recibe ejemplos de vida impresionantes”. Sin embargo, no se olvidó de los tiempos duros y recordó con tristeza como, en el 2005, fueron dados de baja del programa oficial del carnaval porteño debido a que sus integrantes no se desenvolvían de la misma manera que el resto de las murgas convencionales. Luego de denuncias de discriminación y diversas actuaciones, la medida quedó sin efecto.

“Nosotros hacemos un espectáculo tan atractivo y maravilloso como cualquiera. No queremos consideraciones o que nos traten de manera especial, sino que nos den el mismo lugar que a los otros”, indicó desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay e invitó a los vecinos de la Ciudad a participar del gran cierre de carnaval, que será el martes 4 de marzo en Avenida Gaona al 1600.

Finalmente, señaló: ““Los rengos del Bajo” somos muy agradecidos del carnaval y de las murgas porque, gracias a ellos, encontramos un componente de rehabilitación y de habilitación. La respuesta que nos da la gente es maravillosa. No hay una sola persona que no aplauda. Este no es un espectáculo de murga, sino de amor y de cariño entre gente que realmente se aprecia”.





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