“En 1996 los uruguayos nos pidieron ayuda para que no se instale una pastera”

Un asambleísta habla de la actualidad del conflicto por la ex Botnia y recuerda que los habitantes del país limítrofe militaban en contra de estas plantas procesadoras





El pasado fin de semana miles de personas se movilizaron desde la ciudad de Gualeguaychú hasta el ingreso al puente que conduce a la ciudad uruguaya de Fray bentos para manifestarse en contra de la intención de la pastera UPM (ex Botnia) de aumentar su producción.

“El 4 de octubre se cumplieron 10 años de la primera marcha al Uruguay y ya ha corrido mucha agua debajo del puente”, sostuvo Pepe Pouler, asambleísta de Gualeguaychú, quien destacó que la organización ha logrado mantenerse unida en su reclamo a pesar de no tener Comisión Directiva ni líderes.

El entrerriano aseguró que sus reclamos han resurgido en los últimos días porque no quieren “que se agreguen más contaminantes al río”.

“El Canciller Timerman adelantó, en un comunicado en conjunto con el gobernador Uribarri, que hubo cambios en la temperatura del agua y también hicieron algunos comentarios respecto a la cantidad de fósforo, cromo y pesticidas prohibidos que se detectaron. Son varios los componentes contaminantes que superan con creces la media”, precisó Pouler en diálogo con “Ríos de tinta” por Radio Arinfo.

Respecto a los canales para resolver el conflicto, el asambleísta puntualizó: “La Haya dictaminó que había contaminación en el río, pero que eso no era atribuible a Botnia. A partir de eso, se hizo un acuerdo y los uruguayos, a cambio de dejar entrar a científicos argentinos, pidieron que se monitoreara el Río Gualeguaychú, donde ellos dicen que hay una contaminación diez veces mayor”.

“De todas maneras, los canales no se cierran solamente en La Haya. Se puede ir a otras instancias para realizar las protestas correspondientes. Si alguien infringe leyes internacionales y eso queda demostrado con informes, no corresponde que los pobladores comunes le reclamemos nada a nadie. Pero nosotros lo hacemos porque nadie hace nada”, remarcó.

Pouler también relató cómo la población uruguaya fue la que hace años alertó sobre los peligros de la instalación de la pastera: “En el año 1996, ellos vinieron a pedir ayuda a Gualeguaychú para que no se instalara una planta procesadora de celulosa. Como esta empresa no había adornado a ningún funcionario, se le hizo la vida imposible hasta que se fue. Por eso no es descabellado pensar que algún incentivo hubo para que la ex Botnia esta se haya quedado y la otra se haya tenido que ir”.

“Que nosotros hayamos comenzado a protestar no es algo fortuito. Ellos nos avisaron de las consecuencias de la planta. Fueron los mismos uruguayos los que nos alertaron y allí comenzaron nuestras protestas”, señaló el asambleísta desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, Pouler habló de las razones por las que este tipo de plantas procesadoras buscan instalarse en estas áreas y desestimó que sea una empresa que traiga grandes beneficios económicos al país vecino.

“Las pasteras llegan acá porque, en caso de que se descubran los efectos, las indemnizaciones son más baratas. Vale menos un habitante de esta zona que uno de Europa o Estados Unidos. Encima, la cantidad de puestos de trabajo son solo 30 en Fray bentos. El resto de la plantilla de 300 trabajadores está integrada por uruguayos de otras zonas, argentinos, brasileros y ciudadanos europeos”, concluyó.



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