Qué estudios médicos hay que realizar para tener un embarazo saludable

Un repaso por los chequeos fundamentales para atravesar los nueve meses y el parto sin sobresaltos





El momento del parto conlleva muchos miedos e incertidumbres. Sin embargo, una buena forma de aplacarlos es cumpliendo con todos los exámenes médicos de rutina que se realizan durante los nueve meses que dura el embarazo.

Lo recomendable, generalmente, es comenzar con una consulta médica cuando se esté planeando tener un hijo.

“Para aquellas que estén pensando en embarazarse, es importante realizarse un control preconcepcional. Esto nos permite detectar y prevenir enfermedades que se puedan dar durante el embarazo. Además, ya se puede comenzar a tomar ácido fólico, lo que permite reducir los riesgos de malformaciones neurológicas durante el embarazo”, recomendó el obstetra Alberto Correa.

De no ser así, el profesional señaló que la primera consulta médica debe hacerse apenas la mujer se entere de su embarazo, para comenzar lo antes posible con los controles.

“En el primer trimestre se hace una ecografía, que en general es transvaginal, ya que eso nos permite confirmar el tiempo y calcular la fecha probable de parto. Además, se pide una rutina de laboratorio con toxoplasmosis, HIV, rubeola, hepatitis B, chagas, sífilis, grupo y factor y también un examen de orina. Este último también incluye estudios tiroideos, porque el embarazo es un periodo que afecta muchos órganos, cambia sus funciones y esto hace que enfermedades que estaban latentes se vean alteradas”, explicó Correa en diálogo con “Mamás con aire de radio” por Radio Arinfo.

Durante esta primera etapa también se solicita un Papanicolau y una colposcopia, en caso de que la mujer no se los haya realizado en el último período.

“También se puede sugerir, aunque no es obligatorio, la ecografía con translucencia nucal o TN plus. Eso permite evaluar el riesgo que puede tener la paciente de tener un bebé con síndrome de down u otros trastornos genéticos. Eso se realiza entre las 11 y las 14 semanas y se pide con mayor prevalencia a las pacientes mayores de 35 años, que son las que tienen mayores riesgos de alteraciones genéticas o cromosómicas”, añadió el profesional.

Respecto a los chequeos a realizar en el segundo trimestre, precisó: “Entre las 20 y las 22 semanas se hace el Stan Fetal, que es una ecografía más detallada, para poder evaluar alteraciones morfológicas o anatómicas en columna vertebral, órganos, cráneo, cerebro, etcétera. Es para determinar si el desarrollo está adecuado. En este período también se realiza la aplicación de vacunas: se dan dos dosis de la triple bacteriana y al año se da la tercera”.

“A las 24 semanas se repite la rutina de laboratorio y también se hace la curva de diabetes. Si hay antecedentes de riesgo, este último estudio se pide antes”, remarcó Correa desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, el obstetra especificó los pasos a seguir durante el último tramo: “Entre las 28 y las 32 semanas se repite la ecografía para evaluar el crecimiento. En el último trimestre el bebé tiende a crecer en peso y por eso es importante el control para que este sea acorde con el resto del desarrollo. A las 35 semanas se pide nuevamente la rutina de laboratorio, a lo que suma un coagulograma por si fuese necesario un proceso quirúrgico. También se hace un hisopado para estreptococo y, en caso de que sea positivo, se debe tratar a la madre durante el parto con antibiótico intravenoso”

“Sobre las 37 a 38 semanas, se agregan monitoreos fetales semanales para ir evaluando la vitalidad del bebé en el último período”, concluyó.
 
 


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