Se reiteran las amenazas de bomba al colegio Mariano Acosta

La comunidad escolar de la tradicional escuela de Balvanera se movilizó en protesta por las intimidaciones telefónicas que viene sufriendo

Desde fines del mes de abril, el colegio Mariano Acosta ha recibido constantes amenazas de bomba que han obligado a evacuar sus instalaciones. En este marco, la comunidad educativo se manifestó para pedir mayor seguridad y celeridad en la investigación.

“Desde el 26 de abril hemos recibido amenazas de bombas prácticamente todas las semanas, salvo un lapso en el mes de junio. A veces, incluso, hay dos por día, en los diferentes turnos. La última fue el pasado lunes, cuando recibimos una a la mañana y otra a la tarde”, contó Raquel Papalardo, Rectora del establecimiento.

Cada intimidación no solo conlleva la evacuación del Mariano Acosta, sino también la de la lindera escuela Zapiola. De esa manera, entre el jardín de infantes, las dos escuelas primarias y la secundaria, hay 1500 menores de edad que suelen quedar en la calle, a los que se suman los estudiantes del terciario y los docentes.

“Lo primero que hicimos fue dirigirnos a la comisaría a hacer la denuncia. Luego, como esto no cesaba, pedimos una reunión con el Ministerio de Seguridad y tuvimos cuatro encuentros. Al no haber solución, nos dirigimos a la justicia Federal. Una de las denuncias cayó en el juzgado N°9 del Dr. Rodríguez y allí llevamos una nota de padres y docentes solicitando que se agilice la investigación, pero no tuvimos respuesta”, contó Papalardo al programa “Sintonía educar” de RadioSofía.

Asimismo, añadió: “Los juzgados nos dicen que van a investigar, pero la justicia es lenta”.

Sin embargo, los reclamos no apuntan solo al cese de las amenazas, sino también a las malas condiciones en las que se realiza cada evacuación.

“Ante cada amenaza, nosotros debemos ir a una plaza en la esquina de 24 de Noviembre e Yrigoyen que está en pésimas condiciones de habitabilidad con vidrios rotos, jeringas y excrementos humanos en el suelo. Junto a vecinos del barrio, la decana de la Facultad de Piscología y el Centro de Estudiantes del IUNA pedimos la reparación de la plaza. Eso es porque la seguridad del barrio impacta directamente sobre los alumnos de esas instituciones”, explicó la rectora.

Papalardo señaló que su reclamo ya ha llegado a las esferas más altas del Ministerio de Educación porteño: “Ante esta situación, luego de la 12va. amenaza, hablé con el Ministro Esteban Bullrich. Él me dijo que esto estaba sucediendo en otras instituciones también, así que se iban a presentar como querellantes ante el juzgado. El Gobierno de la Ciudad presentó la unificación de las causas en el Juzgado del Doctor Lijo, que es donde recayó la primera amenaza pero, hasta ahora, no hay nadie como querellante. Pronto se presentarán los padres para poder tener acceso a la causa”.

Luego, la docente dio cuenta de las consecuencias que traen este tipo de cuestiones en un ámbito educativo: “Ya de por sí es muy difícil estar al frente de una escuela que tiene 2300 alumnos. Tenemos problemas pedagógicos, en los estudiantes y en las familias y ahora las clases se están interrumpiendo permanentemente, no hay continuidad de nada. No se puede desarrollar un contenido pedagógico de esta forma”.

“Esto trae problemas psicológicos a los chicos, porque debemos hacer sonar una sirena como la de un bombardeo cada vez que hay que evacuar. Los alumnos llegan a sus casas y a la noche no pueden dormir”, planteó desde los micrófonos de RadioSofía.

Finalmente, sostuvo: “Los docentes tenemos una sensación de abandono porque nos dejan como responsables de los chicos cuando ellos se lastiman o tienen ataques de asma y un gran nivel de estrés, pero nuestra función no es esta, sino trabajar desde lo pedagógico. Hoy tenemos que hacer las cosas que les corresponden a los funcionarios”.



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