Trabajadores de Alé Alé: “Queremos mantener nuestra fuente de trabajo”

Empleados del local gastronómico de Villa Crespo conformaron una cooperativa para mantener el pie el negocio tras el retiro de la patronal   

“Alé Alé” es un famoso reconocido restaurante ubicado en la esquina de Estado de Israel y Jufré, en el barrio de Villa Crespo. Para sorpresa de quienes los frecuentan y de sus vecinos, el local cerró sus puertas. Hoy, la empresa está bajo control de los trabajadores quienes, ante la mala noticia, aunaron fuerzas y decidieron organizarse para para mantener abierto el lugar, con el fin de sostener sus fuentes de trabajo.
 

“Por un lado, estamos contentos porque ya estamos conformados como cooperativa y tenemos la matrícula. Pero, por el otro, estamos en la lucha, porque tenemos un pedido de desalojo por parte de los dueños del local”, contó Andrés Toledo, Presidente de la Cooperativa de Trabajadores de Alé Alé, al programa “Somos la 15” de Radio Arinfo.
 

No solo la incertidumbre por el conflicto con los propietarios del local es lo que preocupa a los trabajadores, dino que los dueños del fondo de comercio, la antigua patronal, también ha comenzado con sus represalias.
 

“La última noticia que tenemos de los que conforman Alé Alé SRL es que nos hicieron una denuncia por usurpación, pero nosotros no le damos lugar a eso porque ellos ni siquiera tienen contrato de alquiler vigente. También nos hicieron una denuncia por estafa a la empresa, cuando lo único que hemos hecho hasta ahora es mantener el local abierto, evitando así perder nuestra fuente de trabajo”, argumentó.
 

El plantel del restaurante está compuesto por 40 trabajadores, que dependen de esa labor para mantener a sus familias. “Los 40 empleados nos quedamos, nadie se fue. Le pusimos ganas a esto y lo estamos sacando adelante todos juntos. Se decidió tomar el local porque la patronal había avisado los primeros días de enero que la casa cerraba, pero nosotros ya nos habíamos dado cuenta en diciembre porque la gente de administración , los supervisores y el gerente, Sergio Lipovich, dejaron de aparecer. Eso nos dio el panorama de que querían cerrar, como ya lo habían hecho en otros locales. Nuestro miedo era que nos pase lo mismo que a los otros”, precisó Toledo.
 

Alé Alé es parte de un emprendimiento gastronómico conformado por seis restaurantes. Hoy, Mangiata, La Soleada y Don Battaglia también están bajo el control de sus trabajadores.
 

“Nosotros siempre supimos que la casa era rentable. Siempre se trabajó muy bien y sabíamos que alcanzaba para pagar el alquiler, los sueldos y los impuestos. Nos preguntábamos por qué, si trabajamos muy bien, nos tenían el sueldo atrasado tres meses. En diciembre también nos dimos cuenta que los últimos tres años no nos hicieron aportes, algo que es un robo”, denunció el trabajador.
 

Asimismo, contó: “Tuvimos una audiencia el miércoles pasado con el juez y los dueños del local. Nosotros no nos negamos a pagar el alquiler, es más, queremos hacerlo para mantener la fuente de trabajo, ya que es el sustento económico de 40 familias. Pero eso a ellos no les importa: quieren el local porque, supuestamente, lo tienen vendido, para hacer un edificio”
 

“Los dueños hicieron un vaciamiento de todos los locales a través de una distribuidora, de la cual también eran propietarios, que vendía los insumos a los restaurantes con un sobreprecios del 300%. Era obvio que la casa iba a dar pérdidas así”, acusó Toledo en declaraciones a Radio Arinfo. 
 

Finalmente, destacó: “A los clientes que entran al restaurante se les comunica nuestra situación y la reacción es muy buena. Nos apoyan a nosotros y a las cooperativas en general. Nos dan aliento y nos dicen que le demos para adelante. Es más, hay gente que viene a comer dos o tres veces en la semana porque saben de nuestra situación”

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