“No se puede gobernar sin la clase media, pero tampoco solo para ella”

El sociólogo Carlos De Angelis analiza la coyuntura de la Argentina tras la marcha del 8N y el paro del 20N

El sociólogo y docente de la UBA Carlos de Angelis sostuvo que Noviembre “es un mes inusual para tanta intensidad en las expresiones” al analizar lo que dejó las marchas del 13 de Septiembre (13S) y 8 de Noviembre (8N) y el paro convocado por la CGT de Hugo Moyano y la CTA de Pablo Micheli el pasado 20 de Noviembre (20N).
 
”Arrancamos con la sorpresa del 13S y la cosa se amplió en el 8N con esa manifestación de sectores medios que fue tan masiva  y poco frecuente por la característica de no tener cabeza visible. Esta protesta tiene una destinataria clara que es la Presidenta.”, aseguró De Ángelis.
 
En ese sentido, analizó: “Como hay una suerte de vacío opositor, apenas 12 días después Moyano convoca a un paro con características particulares: con una base social diferente, pero con la cabeza puesta en lo que pasó el 8N. Esta estrategia de realizar piquetes y manifestaciones más pequeñas son una novedad en la convocatoria clásica del sindicalismo argentino”.
 
A la hora de plantear las repercusiones de estos reclamos que tienen como único destinatario al gobierno de Cristina Kirchner, el sociólogo sostuvo: “Evidentemente, el gobierno nacional ha sentido el impacto. La diferencia entre el 8N y el 20N es que, en el segundo, Hugo Moyano sale directamente a disputar las bases políticas, sociales y electorales del gobierno nacional, que son los trabajadores sindicalizados”
 
“Eso también motiva la respuesta vehemente por parte del gobierno, algo que no había ocurrido con la marcha del 8N ya que esta estuvo integrada por sectores que, generalmente, no lo vota a la Presidenta”, consideró De Angelis al ser entrevistado por el programa “Puente urbano” en Radio Arinfo.
 
Respecto a las herramientas con las que cuenta el gobierno para contrarrestar estas posturas opositoras, el sociólogo señaló: “Se queda con un 7D, fecha que puso la Corte Suprema para la desinversión del grupo Clarín que se convierte en una especie de trampa porque, aunque no deja de tener importancia, no es una respuesta política que apunte a las demandas la sociedad, que exceden el marco audiovisual”
 
A la hora de analizar estas expresiones que han tenido como eje a la llamada “clase media”, el sociólogo sostuvo que se trata de “sectores que electoralmente se han comportado en forma flotante y fueron cambiando su voto, pero no se puede gobernar sin la clase media, pero tampoco se puede gobernar solo con la clase media.”
 
“A esta clase le afecta un estilo discursivo propio del peronismo históricamente, pero también una serie de cuestiones como las retenciones a las importaciones, el dólar, la discusión por los subsidios y la discusión de ganancias, que le disminuye su potencial de consumo”, añadió.
 
Entrevistado por Radio Arinfo, el docente de la UBA subrayó: “Es cierto que la clase media piensa mucho con el bolsillo, pero el reclamo del 8N también incluyó a la seguridad. El 13S fue más por un reclamo económico que apareció corregido menos de un mes después”.
 
“Cuando la clase media ve que no hay dólares y que no tiene herramientas de ahorro, comienza con un cierto malestar”, indicó De Angelis quien afirmó que este estrato de social, desde la década del 90’, ha vivido dentro de la llamada “privatización de la vida cotidiana”.
 
“La escuela privada, la prepaga y hasta el cementerio privado son cuestiones de confort que forman parte de la vida diaria. Pagar el cable o el celular es tan importante como pagar el agua”, remarcó el sociólogo quien, a su vez, destacó que vivimos un tiempo muy rico en materia de debate y que no registra un “espíritu destituyente”. 
 

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