“Como docentes, tenemos que hacer hincapié en la educación no sexista”

Alejandra Bonato destaca la importancia del rol de la escuela en la formación para la no reproducción de estereotipos de género



 




Cuando temas como la violencia de género, la educación sexual y la necesidad de una comunicación no sexista comienzan a ganar líneas y tiempo en la agenda mediática, también es importante analizar el rol de la escuela en la formación de una sociedad más equitativa e igualitaria.

La Secretaria de género e igualdad de oportunidades de UTE, Alejandra Bonato, explicó como el ámbito educativo suele reproducir los modos hegemónicos y naturalizados de ser varón o de ser mujer y cómo, de la misma manera, puede convertirse en un espacio para revertir estas tendencias.

En primera instancia, Bonato habló sobre el concepto de violencia de género.”Es algo casi indefinible porque es un tema muy amplio y tremendo, pero la ONU lo reconoce como todo acto de violencia sexista o basado en el género, que tiene como resultado un daño físico, sexual o psicológico. Aquí se incluyen las amenazas, la coerción o, la privación de la libertad y puede ocurrir tanto en la vida pública o en la privada”.

Asimismo, en diálogo con “Sintonía educar” por Radio Arinfo, planteó una nueva forma de abordaje de esta cuestión, que contemple todas sus aristas: “Deberíamos ampliar el concepto y hablar de “las violencias” para no reducirlo solamente a las mujeres golpeadas o asesinadas. La violencia física es la que más se percibe pero hay otras que son más tremendas. Cuando hay violencia psicológica, económica, institucional o emocional, estamos hablando de cuestiones mucho más sutiles, pero tan reales como las marcas físicas y lo peor es que, muchas veces, son naturalizadas culturalmente”

La docente expuso como hipótesis que la escuela podría erigirse como génesis de la violencia de género, al reproducir ciertos patrones naturalizados acerca de los roles de los hombres y de las mujeres: “Se trata de un tema cultural. A veces, como docentes no nos damos cuenta y repetimos estereotipos de género, por lo que los seguimos reproduciendo. A través de los cuentos como “La bella durmiente”, por ejemplo, mostramos a la mujer como la que está esperando al varón para ser despertada y establecemos modelos como el del ‘príncipe azul’.”

Bonato reconoció que esta es una cuestión que va  cambiando, pero de manera muy lenta, y, en ese sentido, consideró que el rol de la familia no es determinante, ya que esta también está influenciada y rodeada por otros actores como, por ejemplo, las publicidades sexistas o las fábricas de juguetes que fabrican artículos color rosa para las nenas y celestes para los varones.

“La familia juega un rol fundamental pero para cambiar un paradigma, primero hay que darse cuenta de que hay algo para modificar”, subrayó.

La integrante de UTE retomó la cuestión de la violencia de género y señaló: “Para que haya un maltratador, tiene que haber alguien que se deje maltratar y esta persona tiene unas características particulares. No quisiera estigmatizar los roles diciendo que el hombre violento es todo aquel que procede de una familia con determinados rasgos, ya que el de la violencias es un flagelo muy transversal que no depende ni de las clases sociales, ni de las regiones. Es un problema mundial.”

“Es más común que las mujeres maltratadas tengan características similares, como ser la baja autoestima o los estereotipos de género muy marcados. En ese sentido, suelen ser mujeres muy conservadoras que entienden que la mujer es la que cocina y limpia y el hombre es el que sale a trabajar. Son muy dependientes y muchas veces no se dan cuenta de la violencia hasta que es tarde.”, agregó.

Al ser consultada respecto a las responsabilidades de la escuela a la hora de prevenir y de guiar a las familias ante las situaciones de violencia, Bonato admitió que “es muy delicado intervenir porque la violencia es muy del terreno de lo íntimo. De todas maneras, las escuelas tenemos recursos a los cuales apelar. Lo mejor es evitar las comisarías e ir directamente a la Oficina de Violencia de Género de la Corte Suprema en la calle Lavalle 1250, que es un espacio que funciona muy bien.”

La Secretaria de género e igualdad de oportunidades de UTE, remarcó las obligaciones de los maestros: “Como docentes, lo más importante es hacer hincapié en la educación no sexista, aquella que no reproduce roles patriarcales y hegemónicos.”

“Está tan naturalizada la educación sexista, que los docentes ni nos damos cuenta. Para cambiar, tenemos que percibir esto, ya que podría ser la génesis de la violencia de género. La escuela tiene un rol fundamental.”, resaltó en diálogo con Radio Arinfo.

Bonato expresó la preocupación de UTE respecto a la reproducción de los roles de género naturalizados en las aulas y anticipó que están preparando talleres de educación no sexista para los trabajadores, que se darán el año próximo en el marco de las jornadas institucionales.

“La tele, las publicidades y la música siguen siendo sexistas. Desde el Reggeaton hasta el ‘Arroz con leche’, que plantea que no hay otro objetivo para la mujer, más que casarse. La naturalización lleva a que uno no se dé cuenta a tiempo para dejar de reproducir esos mandatos.”, apuntó la docente, a la hora de hablar de los mayores obstáculos con los que se encuentran quienes quieren aportar otra mirada.

“Estamos en una época de avance en término de leyes como la de identidad de género, la de matrimonio igualitario o la de violencia de género y los femicidios. Pero las normas necesitan anclajes sociales. Si los docentes no reciben capacitación, son leyes vacías”, concluyó.



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