La primavera y la salud de Buenos Aires

La presencia de aves en los parques metropolitanos es cuatro veces mayor que en las calles no arboladas. Pero el verde solo no basta, porque si el tránsito y el ruido son intensos, también rehúyen aunque tengan una frondosa vegetación. Su abundancia es una buena señal para elegir sitios donde vivir menos alterados.



Como sabemos comenzó el equinoccio de la primavera en el hemisferio sur y con él las golondrinas. Ya las podemos ver y escuchar en nuestros balcones, también nos despiertan los silbidos de los jilgueros a la madrugada. Y si tenemos suerte, una pareja de torcazas anidará en una maceta abandonada. Estas son señales de buena salud de nuestros barrios, calles, parques y plazas.
"Los parques tienen cuatro veces más especies de aves que las calles no arboladas, o sea que los sitios verdes son muy importantes para refugio de estos animales en las ciudades”, coinciden Florencia Curzel y Lucas Leveau, bajo la dirección de Isabel Bellocq, luego de observar y tomar nota de estos particulares habitantes porteños en los barrios de Balvanera, Constitución, Parque Patricios, Almagro, Recoleta, Retiro y Palermo, en un estudio realizado desde el Departamento de Ecología, Genética y Evolución de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (IEGEBA, CONICET-UBA).
Mientras en las plazas hallaron un promedio de doce especies, en las calles no arboladas apenas rondaban los tres. “Si se quisieran tomar medidas para que haya más aves, también beneficiarían al hombre porque implicaría contar con más áreas verdes, y desconcentrar zonas de alto tránsito de autos y peatones. Aun en calles arboladas, si hay mucho ruido por el tráfico, se registran menos especies”, concluyen los investigadores.

Fuente: NEXCiencia (http://nexciencia.exactas.uba.ar/aves-pajaros-ciudad-buenos-aires-palomas-loros-caranchos-gavilanes-gorriones-estorninos-isabel-belocq-lucas-leveau-florencia-curzel)


 
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