La metamorfosis del Ártico

El aumento de temperatura produce evaporación de agua en los océanos con el correspondiente aumento de salinidad, esto produce la pérdida de hielo superficial en el océano Ártico. Más rápido de lo que se pensaba el Ártico se está transformando en Atlántico.



El Ártico se ha calentado dramáticamente en las últimas décadas, con los mayores aumentos de temperatura observados en el norte del mar de Barents. Las señales de calentamiento no están limitadas a la atmósfera, sino que se extienden por toda la columna de agua. Los investigadores Singrid Lind y colaboradores, utilizando una compilación de observaciones hidrográficas de los años 1970 a 2016, investigaron la relación entre los cambios en la importación de hielo marino y este punto caliente o hot spot de calentamiento del Ártico.
Hasta ahora, el hielo permanente y el aire más frío por encima del océano Ártico permitían que las capas superficiales del océano se mantengan lo suficientemente frías como para evitar que el flujo caliente del Atlántico (en la capa inferior) se mezcle con ellas. Y de esta forma la diferente salinidad entre la capa superior (menos salada) y la inferior (más salada) permitían la formación de capas con la consiguiente formación de hielo superficial.
Desde mediados de la década del 2000 se evidencia un fuerte aumento en la temperatura y salinidad del océano. Singrid Lind y colegas han demostrado que este fenómeno puede estar relacionado con una reciente disminución en la importación de hielo marino y una pérdida correspondiente de agua dulce, lo que lleva a una estratificación debilitada del océano, es decir, un océano con menos capas. También produce un aumento de la mezcla del agua oceánica en forma vertical produciendo un océano más homogéneo y además, un aumento de los flujos de calor y sal. Todo este cambio en las aguas del océano Ártico impide la formación de hielo marino y aumenta el contenido de calor del océano.
Por lo tanto, al norte del Mar de Barents pronto se podrá observar la transición completa del océano Ártico desde un lecho oceánico frío y estratificado donde antes se podían observar capas a un régimen climático cálido con un océano más homogéneo, sin capas (sin estratificación) dominado por el océano Atlántico.
Ese cambio tendría consecuencias desconocidas para el ecosistema del mar de Barents, incluidos los mamíferos marinos asociados al hielo y las poblaciones de peces comerciales.
Fuente: Nature: Climate Change, artículo científico publicado por Lind y col. el 25 de julio de 2018. https://www.nature.com/articles/s41558-018-0205-y
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