Cómo están las obras en el edificio de la Confitería del Molino

Samuel Cabanchik, titular de la comisión de seguimiento de la puesta en valor, dio detalles de la actualidad de este ícono porteño que pertenece al Congreso

Días atrás, el edificio de la Confitería del Molino, cumplió 102 años. En la actualidad, las instalaciones son propiedad del Congreso de la Nación a partir de una ley que se sancionó en el 2012.

 

“La ley fue promulgada por el Gobierno Nacional anterior y efectivizada por el actual, es decir que es transversal a las dos presidencias y a todos los sectores”, valoró Samuel Cabanchik, titular de la comisión de seguimiento de las obras de puesta en valor del espacio edificio Confitería Del Molino, una entidad autogestiva y representante de la sociedad civil.

 

Se trata de una agrupación compuesta por ocho instituciones del campo de la arquitectura, el patrimonio, los monumentos, el Art Nouveau y universidades, entre otras. Todas ellas están a disposición de colaborar y en diálogo permanente con las autoridades políticas.

 

Cabanchik explicó al programa “Urbanos” en Radio Arinfo que, a través de la ley sancionada en 2012, se fijan los usos del edificio y se crea una comisión bicameral para administrar el complejo edilicio. El ex Senador admitió que es un “proceso lento para la expectativa de la sociedad civil”. Recientemente, hace menos de un mes, se constituyó la comisión, la cual preside el diputado Daniel Filmus.

 

“El Molino es muy representativo. Lo mejor que puede pasar es que la sociedad civil participe”, consideró Cabanchik.

 

La ley establece la creación de un museo histórico y de un centro de arte en el complejo edilicio que tiene miles de metros cuadrados.  

 

Cabanchik destacó el atractivo turístico de la Ciudad de Buenos Aires y aseguró que “un centro como el Molino va a ser un lugar muy connotado”.

 

“Se pueden hacer muchas cosa allí. Hay que tomar conciencia que al ser parte del Congreso, es parte de toda la sociedad”, agregó.

 

Actualmente está en marcha el proceso de consolidación del edificio para arreglar los problemas que se acumularon durante los años en que estuvo cerrado. La segunda etapa será la restauración con una visión de arquitectura y de la historia del Art Nouveau. Luego vendrá la reapertura y los usos.

 

“Esperemos que no cueste seis años más tomarnos un cafecito en El Molino”, deseó Cabanchik desde los micrófonos de Radio Arinfo.

 

Más información: www.comisiondelmolino.org

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