El calvario de Sergio García: una lucha por Justicia que parece no tener fin

En el 2011 cayó con su moto a un pozo en una calle de Santa Rosa y quedó paralizado. Desde aquel momento, pide que se hagan efectivas las condenas a la empresa constructora y al Gobierno



Sergio García acaba de salir del hospital de Santa Rosa, La Pampa, tras pasar diez días internado por una escara que se le infectó. Durante esos días, su perro Lobo, su más fiel compañero, se perdió. La gente que lo encontró lo cuidó y se lo devolvió el día que salió de alta.

 

Para entender la actualidad del hombre hay que remontarse al 1° abril de 2011. A las 22.30, Sergio, que trabajaba como mecánico de autos, salió a hacer auxilio en su moto. En el camino, cayó a un pozo de 2 metros de profundidad por seis metros de largo que correspondía a una obra de cloacas.

 

Se quebró la columna vertebral y se cortó la médula, por lo que quedó paralizado de los brazos para abajo.

 

“Una constructora había hecho una excavación en una calle. No había alumbrado público porque lo habían dañado y no estaba señalizado. Tampoco había inspectores que avisaran que no se podría circular. La empresa burló las medidas de seguridad necesarias y el Municipio no controló”, contó Sergio al programa "Mágicamente embrujada" en Radio Arinfo.

En ese momento comenzó la odisea de su salud. Estuvo muy grave, fue intervenido siete veces y pasó dos años internado.

“Tuve que vender mis dos talleres. Yo soy técnico mecánico y no puedo trabajar nunca más en eso. Tenía 32 años cuando me accidenté. Mi matrimonio joven se desgastó, no podía atarla a ella a vivir conmigo. Me divorcié. Le dejé la casa y a mis cuatro hijos que hoy tienen 19,15, 11 y 7 años. El más chico tenía un mes cuando me accidenté”, señaló.

Sergio lleva dos años viviendo en una carpa en la Ciudad Judicial de Santa Rosa, La Pampa. Desde allí, reclama Justicia. “Mi DNI dice que mi domicilio es acá”, confiesa.

“Es la única que me quedó. Yo me metí con los poderosos. Demandar al Estado es duro y a estas empresas, también. Demoraron la vía penal, las personas imputadas estaban para ser condenadas, pero pusieron abogados que embarraron la cancha, ‘cajonearon’ el expediente y a los cinco años quedaron sobreseídos por prescripción de la causa. Solo me quedó el fuero civil y el año pasado fueron condenadas todas las partes: el gobierno de La Pampa, la municipalidad de Santa Rosa y la empresa constructora. Pero apelaron la sentencia y hace más de un año que está el expediente varado en Cámara”, denunció.


En esa línea, continuó: “A mí ya me sonaron para el resto de mi vida, el daño a mi familia ya está hecho. Yo no vine a transar con nadie. Quiero un fallo judicial y que se cumpla. Vinieron autoridades que me daban una casita y la vianda de por vida, pero yo no quiero limosna, vine a pedir Justicia, ni más ni menos”.

“La Justicia no avanza, es muy clasista. Uno es doblemente víctima: de lo que te pasó y después de la Justicia por las trabas que ponen, los problemas para acceder y los tiempos que son una burla. Llevo un año y nueve meses y está todo igual, el caso está en Cámara de Apelaciones desde mayo del año pasado. La Justicia de La Pampa trata de tapar estas cosas”, concluyó Sergio desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Escuchá  "Mágicamente embrujada" los miércoles a las 22 horas por www.arinfo.com.ar


 
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Magicamente Embrujada