Una Voz Eterna

De Tucuman a la eternidad, cantora fundamental de nuestro folklore y de la música en general, se cumplen 83 años del nacimiento de MERCEDES SOSA.



Nació en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de 1935.
En octubre de 1950, quinceañera, empujada por el entusiasmo de un grupo de amigas, se animó a participar en un certamen radial organizado por LV12 de Tucumán. Oculta tras el seudónimo de Gladys Osorio, por las resistencias de su familia,su incipiente calidad como cantante la hizo triunfar en un concurso cuyo premio era un contrato por dos meses de actuación en la emisora.
Una década después, cuando se produjo una suerte de estallido en torno de la música folklórica, meramente consumista, su nombre ya estaba comprometido con el canto popular como integrante del Movimiento del Nuevo Cancionero, una corriente renovadora del folklore, surgida en la provincia de Mendoza, que proponía dejar de lado las modas pasajeras, para poner el acento en la vida cotidiana del hombre argentino, con sus alegrías y tristezas.
Entre los artistas fundadores y promotores de este movimiento estaban Armando Tejada Gómez, Manuel Oscar Matus y Tito Francia.
Sus aptitudes artísticas y personales sorprendían a un público acostumbrado a otra cosa. Junto con su marido Manuel Oscar Matus, hicieron conciertos en la Universidad. Otros escenarios los empiezan a recibir alentadoramente. Matus editó en un sello independiente su primer disco:“Canciones con fundamento”.
Por esa opción, la cantante tuvo que trajinar varios años antes de conseguir un reconocimiento como el que obtuvo en el Festival Nacional de Folklore de Cosquín, en 1965, cuando gracias a la generosidad del cantor Jorge Cafrune, el país entero pudo conocer a esta maravillosa cantante argentina y fue la ocasión que marcó el nacimiento de la gran artista popular.
En marzo de 1966, se conoció “Yo no canto por cantar”,, con una docena de canciones hoy antológicas, entre las que estaban “Canción del derrumbe indio”, “Canción para mi América”, “Chayita del vidalero”, “Los inundados”, “Zamba para no morir”, “Tonada de Manuel Rodríguez” y “Zamba al zafrero”. Tal fue la aceptación de este disco, que apenas siete meses después, en octubre, fue invitada a grabar otro que apareció con el título de “Hermano”.
A fines de 1967, hizo conocer “Para cantarle a mi gente”,, un disco que acumuló un importante caudal de poemas y poesía argentina y latinoamericana.
Durante una gira conoció a Ariel Ramírez quien le propuso, de inmediato, ser la voz de “Mujeres Argentinas”, trabajo que recién se concretaría en 1969, luego de la aparición de “Zamba para no morir”, una recopilación con los temas de mayor trascendencia grabados hasta ese momento, y “Con sabor a M. S.”, en el que registró por primera vez “Al jardín de la República”.
Cuando le propusieron grabar “Mujeres Argentinas”, el país estaba viviendo bajo el peso de un régimen militar y Mercedes, como muchos argentinos, sufrieron las consecuencias: sus canciones no se podían difundir por Radio Nacional, una emisora gubernamental.
En 1970 participó en la película “El Santo de la Espada”, de Leopoldo Torre Nilsson y dió a conocer un disco importante en su carrera: “El grito de la tierra”. En este período grabó, entre otras, “Canción con todos” y “Cuando tenga la tierra”, de Ariel Petrocelli y Daniel Toro y la bellísima “La Navidad de Juanito Laguna”, del “Cuchi” Leguizamón y Manuel J. Castilla.
En 1971 apareció “Homenaje a Violeta Parra”, un disco que reúne casi una docena de temas de la gran protagonista del Canto Popular Chileno. Ese año también participó en “Güemes” (La tierra en armas), filme dirigido por Leopoldo Torre Nilsson. En un breve, pero significativo papel, encarnó a la heroína altoperuana Juana Azurduy.
En 1972 se editó “Hasta la victoria”, un disco lleno de canciones cargadas de contenido social y político. Eran tiempos en que algunos pocos compositores y también cantores no permanecían ajenos al compromiso y la militancia con la que querían colaborar para conseguir un mundo más justo y equitativo. También en ese año le puso su voz a la “Cantata Sudamericana”, con música de Ariel Ramírez y letra de Félix Luna.
En 1975 se edita “A que florezca mi pueblo”.
En 1979, se editó “Serenata para la tierra de uno”. Aún en medio de la violencia que sacudía al país, seguía cantándole a la vida. El hostigamiento y el cerco que se fue formando en torno de ella la obligaron a exiliarse. Ese año fue detenida en la ciudad de La Plata junto con todo el público que había ido a verla cantar.
“La Negra” recién pudo regresar a un escenario argentino el 18 de febrero de 1982, un par de meses antes que la dictadura se embarcara en la Guerra de Malvinas.
El régimen cívico-militar que desde poco más de un lustro atrás sometía al país, había comenzado a agonizar. En el Teatro Opera de Buenos Aires realizó trece recitales que quedaron grabados en un L.P. doble, en el que también intervinieron sus compañeros de aquellas noches: León Gieco, Charly García, Antonio Tarragó Ros, Rodolfo Mederos, Ariel Ramírez, entre otros.
Poco tiempo después regresó definitivamente a la Argentina. Ese mismo año hizo conocer “Como un pájaro libre”, un hermoso disco que incluyó temas de autores tradicionales y otros más jóvenes.
Sería interminable y llevaría días enumerar sus recitales, trabajos discográficos tanto folklóricos como con artistas extranjeros y del rock nacional, como así también sus giras internacionales y los reconocimientos obtenidos desde su regreso al país.
El 4 de octubre del 2009 nos dejó físicamente, pero ha quedado en la mente y el corazón de tod@s quienes la admiramos en Argentina y en el mundo.
El lunes 9 de Julio de 2018 a las 20:00 horas, VOCES DEL SUR le rinde un homenaje a la eterna MERCEDES SOSA.


 
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