DÍA DEL PERIODISTA (7 de junio). Mi homenaje a los "GRAFOS" y, a través de ellos, a TODOS los periodistas.

Una reflexión del año pasado: "Una vez tuve un sueño y me tomó ocupada cumpliendo otros hasta que llegó el día indicado: siempre". "NADIE ESTÁ LIBRE DE NO SER LIBRE". Por ZUL CONT

UN POCO DE MÍ...

Hace muchos, muchos años, me inscribí en la carrera de PERIODISMO (en la mitad de ella, también, en Derecho, UBA, egresando de ambas, cada una a su tiempo, mientras trabajaba 8 horas diarias, mínimo, sin perder de vista mi vida social que era bastante activa), porque me gustaba escribir y quería ser "culta" (sí, “culta”, tal cual como leyeron). Ese era mi primer ideal, después vinieron otros más fuertes, sin saber mucho dónde se conseguía eso. Leí siempre, desde muy pequeña. Podría lograrlo si me lo proponía. Claro... Un tiempo después, me di cuenta que "ser culta" era inalcanzable, inabarcable en su totalidad. Por suerte, porque gracias a ese pensamiento de sentir que me faltaba mucho, siempre, más, más, hasta hoy y así seguirá siendo, pude seguir aprendiendo y no quedarme en la quietud soberbia de creer que lo sabía todo, como se escucha a diario de otros que dan vergüenza ajena. // La lectura ayuda y, antes de llegar a ella, el interés, la curiosidad, el deseo de aprender.// Por entonces, trabajaba -además- en una empresa petrolera muy importante y ganaba un muy buen salario para esa corta edad. No tardé mucho en darme cuenta que la profesión de periodista es dura. Mi vida era cómoda, muy cómoda en todo sentido. Es arduo trabajar como periodista, riesgoso, difícil, para muchos, antipático, frío y si no se tiene una personalidad firme, incorruptible, es susceptible de ser sospechado en su falta de neutralidad, equidistancia y ejercicio ético, en el mejor de los casos y siempre con buenas intenciones de interpretación, porque de ser malas esas interpretaciones ya nos vamos a calificativos como "vendidos", "mentirosos", "inescrupulosos", "mafiosos", "mercenarios" y otros tantos peores e irreproducibles. //Para una gran cantidad de personas, algunos periodistas están sospechados de "SER COMPRADOS" en sus contenidos y tendencias informativas, interpretativas o directamente en su opinión favorable al comprador, a sus ideas y actos, o desfavorable a su competencia: "juego sucio". Y los receptores, ven un partido de ping pong, donde “ping” es verdadero y “pong” es falso. // En cuanto al periodismo militante, mejor no llamarlo así. Es propaganda. Si llamamos periodismo a aquello que es propaganda político-partidaria desjerarquizamos al periodismo que debe presumir de ser (y además, ser) NEUTRAL Y EQUIDISTANTE, quizás, con la misma rigurosidad que aquella que algunos jueces no tienen y deben tener. // No pretendamos la objetividad, pues no es posible conseguirla desde un periodista humano. Quizás, algún día, las computadoras (periodistas-objetos) podrán hacerlo y de hecho ya lo están haciendo: "NADIE RESISTE UN ARCHIVO DE GOOGLE". //No me veía como "notera", bajo la lluvia, muerta de frío, con hambre, con poca plata en la billetera, esperando que saliera un actor o un político o la amante de uno de ellos de un hotel de alojamiento, de la oficina o de un ministerio, tampoco escribiendo notas atemporales sobre hechos curiosos, ciencia, dietas… o cubriendo conferencias o haciendo reportajes a quien fuera, por mucho tiempo más (como lo hice). La tele, durante mi pequeño paso por ella, me estresaba (soy muy tímida, pero me esfuerzo para combatir mi pudor) y curiosamente fue el primer asiento donde el profesor de tv me sentó de prepo (bueno… casi) junto a algunos compañeros durante un tiempo y finalmente valió la pena porque allí me dieron mi primer trabajo periodístico pago en una revista de tirada masiva. Recuerdo estas primeras palabras: "nena, pasá por caja, ahí te pagarán la nota... Está muy buena", me mandó Tito Jacobson, cuando le entregué aquella primera publicación en su revista, que no era como las que venía haciendo, las "revistas corporativo-empresariales para un público menor y experto. // Una nota no llegaba a ser un día de sueldo en la empresa petrolera donde trabajaba y donde aspiraba a llegar alto, pero era mi primer ingreso a través del periodismo y eso me enorgullecía.// Poco tiempo después me di cuenta que el sueldo de un periodista le da la dignidad como cualquier trabajo, pero le quita la libertad de expresión o al menos se la limita, obligándolo a orientarse hacia una línea editorial establecida: la toma o la deja, come o no come. No hay mucha opción, frente a la escasez laboral. // Pero hay una queja social contra un cierto tipo de periodistas, a quienes no le podemos probar conductas reprochables (bueno... a algunos no hace falta, es obvio), porque esas cosas se hacen a escondidas y a oscuras, como tantas maniobras y manipulaciones, pero todos sabemos que su opinión es comprada. El problema es la CREDIBILIDAD y la VERDAD, nuestro DERECHO A SER INFORMADOS CON LA VERDAD. ¿En quién confiamos, a quién le creemos, cómo nos damos cuenta que no es una calumnia, que está todo armado o desarmado?. //Existe una vulnerabilidad enorme en el receptor informativo. Se lo va deformando hasta que no sabe qué es verdad y qué es mentira. // Y aquí viene la cuestión más importante, nuestro escudo defensivo, nuestra arma para llegar a la luz: NUESTRO INTELECTO, nuestro pensamiento, nuestra cultura, nuestra educación, en manos de un sistema educativo que exige mejoras urgentes para que nuestros niños y jóvenes no sean capturados por carecer de esas herramientas. // Mientras tanto, la lectura y la escucha activa de varias fuentes, nos ayudará a extraer la verdad de cada una de las noticias. No todo es malo, no todo es bueno. Hay que saber distinguir y eso es difícil sin herramientas culturales, informativas, sin posibilidades intelectuales de concatenar informaciones, pruebas, y “googleando” para recordar aquello que no se recuerda.// Hay excelentes profesionales del periodismo y como en todas las profesiones y empresas periodísticas están los “otros”. ¿Qué nos queda a los ciudadanos si el periodismo se aleja de su centro neutral y de su misión en favor de la verdad, sin pretender la objetividad que es inexistente?. // Hoy, desde mi programa de radio disfruto de la independencia periodística que asumo como un atributo y una bendición. Intento caminar por el borde sin caerme, haciendo equilibrio como nos obliga la equidistancia y la neutralidad. Es trabajoso y no dispara fuegos artificiales para encandilar a nadie. Espero poder continuar cumpliendo este objetivo. Soy humana y me caracterizo por la imperfección, como todos, sólo que no busco empeorarla, aunque “nadie está libre” de “no ser libre”. ZC
Zul Cont-Zul Contreras