Puentes Escolares: reinsertar a chicos en situación de calle en la educación

De qué se trata este programa del Gobierno de la Ciudad que busca construir trayectorias educativas para jóvenes en situación de extrema vulnerabilidad social





El Programa Puentes Escolares de la Ciudad de Buenos Aires tiene por objetivo de revincular a chicos, chicas y jóvenes en situación de extrema vulnerabilidad social a espacios educativos a través de la implementación de talleres escolares en centros de día y otro tipo de instituciones sociales.


Fue creado en el 2001 como política pública, como un dispositivo educativo específico para acompañar la trayectoria de chicos en situación de calle, que en aquel momento habían aumentado en cantidad, para reinsertarse en el sistema educativo formal.


Actualmente, tiene seis sedes en Caba: una en el Caina, un pos-primario, una en la villa 1-11-14 del Bajo Flores, una en San Cristóbal, una en Chacarita y una en Flores. El Programa articula con hogares, centros de día, paradores, residencias judiciales e institutos de menores, entre otros espacios.


Hoy hay 38 trabajadores y no hay voluntarios. Cada sede tiene un coordinador, una pareja de maestros, psicólogos, trabajadores sociales y talleristas. Se implementa un trabajo en equipo que se dedica a la construcción de un proyecto pedagógico con una línea de actividades.


“Una trayectoria que uno piensa para uno puede no ser la misma para otro. Casi todos los derechos están vedados y hay muchas cosas para acompañar, no solo lo educativo: la salud, la documentación, lo habitacional. El equipo va pensando las trayectorias más adecuadas para cada uno y eso se hace junto a ellos. Hay que conocer la realidad de cada uno”, explicó Matías Alí, Coordinador General del Programa Puentes Escolares, en diálogo con “Radio Casona” por Radio Arinfo.


Alí comentó que el Programa tiene un régimen de puertas abiertas por el cual los chicos, las chicas y los jóvenes pueden ir cuando quieran o puedan. Eso genera una rotación importante de alumnos.


“Buscamos ser un reservorio de la memoria de cada uno. En las sedes se guardan los cuadernos, por más que ya no venga el alumno. Es un reservorio de identidad. Cuando quiera volver, su cuaderno está ahí”, recalcó el coordinador


Finalmente, lamentó la ausencia de recursos para sostener las articulaciones y dijo que, en materia social, 2017 es un “año complicado”.


“El nuestro es un trabajo que está en los márgenes. Genera ruido en el sistema educativo. No funcionamos en escuelas, sino en lugares cedidos. Somos el puente hacia otro lugar. Esa trayectoria construimos: el hacia dónde”, finalizó desde los micrófonos de Radio Arinfo.




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