La riqueza de la producción fruti-hortícola de Formosa

La empresaria Gladys Asselborn habla de su emprendimiento que apunta a impulsar la micro-producción para sacar de la pobreza a los habitantes de la provincia del Norte

Gladys Asselborn vivió hasta los 12 años en la localidad de Riacho He-Hé, en Formosa. Allí cursó la escuela primaria, donde adquirió conocimientos invaluables sobre cómo producir sus propios alimentos.

Años más tarde, ya en Buenos Aires, fundó la empresa “Alimentos Mita”, un proyecto respaldado por profesionales de universidades locales e internacionales que busca realizar una conexión entre vendedores y compradores de los productos que se cosechan en Formosa.

“No se puede estar viviendo de la manera en que se vive en mi provincia, dado que tiene las mayores riquezas en cuanto a producción fruti-hortícola que uno se pueda imaginar. Eso es por las acuíferas superficiales y por las subterráneas, que son las guaraníes. Es la única reserva subterránea mundial de agua potable. Es por eso que no se requiere de nutrir los suelos para cosechar un buen producto”, explicó Asselborn en diálogo con “Otro giro del caleidoscopio” por Radio Arinfo.

En ese marco, denunció: “La mayor carencia de los pobladores es la falta de información que deben aportar los gobernantes locales, provinciales y nacionales. Depende de una decisión política que los pobladores no tiren el producto”.

La empresa ofrece productos cuasi-orgánicos de Formosa, como mangos, papayas, pomelos, leguminosas, maracuyás y variedades de bananas. “Las que comemos acá se cosechan a los 50 o 60 días. Las de Formosa, como son cosechadas a los 100 o 120 días, tienen más nutrientes y son más dulces”, dijo sobre estas últimas.

Asselborn lamentó que los productos de Formosa tengan poca inserción, incluso en la propia provincia. Asimismo, sostuvo que, de parte de las autoridades, hay un “abandono” de la micro-producción del campo y un apoyo a la macro.

“No puedo entender que estén tan pobres. La riqueza que teníamos antes y que nos impedía caer en la villa miseria se perdió, la cultura del trabajo se perdió. Hoy, todo lo que producen se tira. Tienen necesidades extremas y están tirando mangos que acá pagamos 25 o 30 pesos”, concluyó la empresaria desde los micrófonos de Radio Arinfo.

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