“El sacrificio de Nehuén Puyelli”, una película sobre el maltrato a los mapuches

El director José Celestino Campusano contó cómo la filmó. Habló de la importancia de contar con actores del lugar y cargó contra el método actoral

Recientemente se estrenó “El sacrificio de Nehuén Puyelli”, una película de José Celestino Campusano que aborda el maltrato a pueblos mapuches.

“Ha habido un ataque regular y sistemático hacia los pueblos originarios. Desde los 70’, con los gobiernos militares en Chile y Argentina, se los retiró en grandes camiones de los campos y se los tiró en las grandes ciudades para que murieran”, dijo Campusano y reclamó que, en la actualidad, “sigue habiendo ataques regulares a los wichis, se los hostiga”.

La película fue filmada en una comuna que queda a 20 minutos del centro de la ciudad de Bariloche. “Filmamos con el mayor grado de verosimilitud posible, con gente del lugar. A donde voy y hago casting, casi todo el mundo queda”, contó al programa “Mundo Manzaneda” en Radio Arinfo.

“El sacrificio de Nehuén Puyelli” se estrenó en el cine BAMA de la Ciudad de Buenos Aires. Ahora, se exhibirá en el interior (Santa Fe, Entre Ríos y Córdoba) y posiblemente en el exterior (México y Brasil). También irá a Festivales durante los próximos dos años. La idea es estrenarla en Bariloche.

Campusano es un cineasta muy prolífico. Ha estrenado siete películas con temáticas sociales en los últimos siete años. Actualmente, está trabajando en “El azote”, otra película filmada en los barrios vulnerables de Bariloche. Para el director, es una película “crispada” porque aborda el tema de la minoridad. Además, está en etapa de pos-producción de films realizados en Brasil, Bolivia y otro sobre los curas pedófilos en zonas rurales de la provincia de Buenos Aires. Anteriormente ha tratado temáticas como la corrupción en la policía o la trata.

“Son los temas que importan, que afectan. Hay otro tipo de cine y está bárbaro que se haga. Pero, en nuestro caso, es un deleite filmar con la propia comunidad en los espacios que ocupa. Me encanta que la gente se apodere del hecho audiovisual, que deje su impronta, sus rostros, su forma de verbalizar, su maneja del cuerpo. Que lo deje como un testimonio de época. Me resulta fascinante”, sostuvo Campusano.

Además, calificó al método actoral como una “cuestión regresiva y decadente” ya que “uniforma”, En ese sentido, precisó: “No se puede plasmar la vida si se la niega. No somos uniformes y homogéneos, somos variados heterogéneos y crispados. Cualquier actuación exacerbada es más creíble que el método actoral. No me lo creo al método”.

“Queremos que la película se legitime por su visión coral y por el esfuerzo mancomunado, no por la presencia de una persona. No importa que sean actores o no, el tema es que sea gente ignota”, planteó, sobre su decisión de no recurrir a actores famosos, y aclaró que su objetivo es “evitar el cliché y la repetición” para “correr riesgos, ser inclusivo y no repetirse”.
 

Anteriormente, Campusano ha trabajado sin guiones para “mantener mayores grados de verosimilitud”. “Si la película tiene magia y encanto, y si es políticamente incorrecta, muchísimo mejor todavía”, recalcó.

Finalmente, adelantó desde los micrófonos de Radio Arinfo que está trabajando en una serie basada en el libro “La secta del gatillo” del periodista Ricardo Ragendorfer. Se tratará de un material virtual, filmado en 360 grados, que constará de cuatro capítulos de los cuales ya está filmado el primero.

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