El mate, una costumbre argentina de exportación

Karla Johan, sommelier de mate, habla de su trabajo para difundir los beneficios de esta bebida en todo el mundo




Karla Johan es una de las dos sommelier de mate que existen en el mundo. Ella no trabaja para una marca en particular, sino que es embajadora de la yerba mate a nivel mundial. Su trabajo consiste en abrir mercados internacionales, con la premisa de que la yerba mate “tiene todo el potencial para competir con el té y el café, y ganar mercados con todas sus propiedades”.
 
Recientemente, estuvo en países como Inglaterra, Francia, Italia y Alemania. En este último, hay muchas bebidas energéticas a base de yerba mate. Asimismo, confió en que España, donde es embajador el ex presidente y productor yerbatero Ramón Puerta, pueda ser “la puerta a Europa” para la yerba mate por ser un país “muy poblado de argentinos”. La presencia de muchos jugadores de fútbol que se muestran tomando la bebida también es un factor de importancia para su difusión.
 
“Hay que difundir las propiedades de la yerba por su poder antioxidante. Eso permite competir en esos mercados y competir con el té verde”, aseguró Johan al programa “Rescatados y no tanto” en Radio ArinfoPlay y agregó que la hoja es rica en vitaminas del grupo B12, vitamina C, minerales de la tierra colorada como el hierro y el magnesio, Tiene, además, 15 aminoacidos y es un energizante natural que no afecta patrones de sueño. También es levemente diurética y laxante, previene la acumulación del colesterol y es un alimento que incorpora grandes beneficios al organismo.
 
Al ser consultada sobre porqué se toma tanto mate en países árabes, la especialista señaló: “Es una colonia que vivió en Argentina a principios del 1900 y que luego volvió a Siria y Líbano y llevó la costumbres. Pero es otra cultura: no comparten la bombilla, cada uno toma de su mate. Hoy, por la guerra, estas personas emigran y llevan el mate a otras partes del mundo”.
 
En tanto, cuando se la consultó por el mate más rico, no dudó: “Es el de calabaza bien curada e higienizada”.
 
Johan reconoció que el mate cebado es difícil de exportar por la costumbre de compartir la bombilla. “Es difícil que el europeo se anime por un tema de higiene. Lo harían solo de forma individual. Hay que competir con el mate cocido saborizado en taza, ese es el futuro”, sostuvo.
 
Sobre cómo curar un mate, precisó: “Para el mate amargo, recomiendo una calabaza con apertura ancha de boca para que no se lave. Hay que curar con yerba usada y agua hirviendo bien hasta arriba. Tirar la mezcla, enjuagar y repetir durante siete días. Para el mate dulce, hay que poner dos cucharadas de azúcar impalpable, una brasa encendida y, sobre eso, yerba usada. Luego, hacer los cambios durante siete días”.
 
Finalmente, la sommelier contó en Radio ArinfoPlay que la yerba mate solo se produce en el sur de Brasil, en parte de Pataguay, en Misiones y en el norte de Corrientes y destacó: “La (yerba) de palo, hojas más grandes y menos polvo es suave, ideal para los que se inician o tienen problemas de acidez. En cambio, las yerbas despaladas son más del blend uruguayo, ideales para los tomadores de mate amargo”.
 
 
Escuchá "Rescatados y no tanto" los jueves de 22 a 23 hs. por www.arinfoplay.com.ar

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