Padres de las tragedias de Cromañón y Beara reciben denuncias a boliches

La Asociación Civil Familias por la Vida renovó su convenio con el Gobierno de la Ciudad. En tres años lograron 500 clausuras




Recientemente, se renovó el convenio de colaboración entre el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires y la Asociación Civil Familias por la Vida, integrada por sobrevivientes, allegados y padres de las víctimas de las tragedias de Cromañón y Beara. La parte central de este acuerdo radica en la atención por parte de la entidad de una línea telefónica en la cual se reciben denuncias respecto de violaciones a las normas en boliches y establecimientos nocturnos.


“Es una tarea compleja. Siempre están los pícaros y tenemos que correr detrás. El empresario es comerciante y, por definición, busca el lucro. Lo que pasa es que, a veces, se tiene como la idea maximización de beneficio por lo que, para ganar mucho dinero, abaratan los costos. Así aumentan el riesgo de nuestros chicos y hay que estar atentos. Con el abaratamiento y el pago de coimas se impone la corrupción, y la corrupción mata”, planteó Nilda Gómez, Presidenta de la entidad y madre de Mariano, una de las 194 víctimas que dejó el incendió en el boliche Cromañón en 2004.


Desde 2013 a la fecha que desde la Asociación trabajan en forma mancomunada con el Gobierno de la Ciudad a través del convenio de colaboración. Desde la entidad, proponen actividades y dan consejos para disminuir los riesgos en la nocturnidad y aseguran que su tarea ha tenido muy buenos resultados.


Con la renovación del convenio se produce una novedad, que es la ampliación del horario de atención de la línea telefónica, que ahora también funcionará los viernes (de 8 a 24) y los sábados (de 20 a 24). Además, se van a incorporar voluntarios para ir a recitales y espectáculos de masiva concurrencia con el objetivo de dar consejos y explicar el funcionamiento del 0-800.


Además, se continuará con “Prohibido prohibir, mejor prevenir”, los talleres de sensibilización que se dan en las escuelas, explicando las causas y consecuencias de Cromañón y Beara. Esta actividad se extenderá a funcionarios de las Comunas porteñas y a inspectores de la Agencia Gubernamental de Control con el fin de crear conciencia.


De 2013 a la fecha, hubo casi 500 clausuras. En 2016, fueron 49. En ese lapso, hubo locales que hicieron hasta 19 violaciones de clausura. “Ahí se nota el desprecio que tienen los comerciantes por la vida”, sostuvo Gómez en diálogo con “Urbanos” por Radio ArinfoPlay.


Antes de la existencia del convenio, las denuncias relacionadas con la nocturnidad se mezclaban con todas las otras que recibía el 147. La creación del 0-800 permite generar estadísticas para comparar y redactar proyectos de leyes. Por ejemplo, Familias por la Vida detectó que las permanentes violaciones a las clausuras ocurrían porque la multa era de solo 2 mil pesos. Así, trabajaron en una nueva normativa y llevaron el monto a 60 mil, además de crear un taller de sensibilización para infractores, en forma de probation.

En la línea telefónica, las denuncias son tomadas por padres, familiares y sobrevivientes de Cromañón y Beara. No son empleados. Ellos siguen cada detalles de todas las denuncias.


“Hay dos caminos: quedarte criticando lo que no se hace bien o involucrarte y dar ideas de cómo hacer las cosas mejor. Cuando esas propuestas son bien recibidas y se generan acuerdos, es bueno”, planteó Gómez.


Y, finalmente, destacó desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay: “En las acciones que hacemos, intentamos honrar la vida de los chicos para que no le pase a ninguno más lo que les pasó a ellos. Queremos que su muerte no haya sido en vano. Salir a divertirse es un derecho constitucional y humano, y volver a casa también lo es”.


Más información: www.familiasporlavida.org.ar //  0-800-999-2769 (denuncias).
 


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