Documentalistas, en pie de lucha contra nombramientos en el INCAA

Aseguran que “pusieron a dedo” a integrantes de un consejo que define financiamientos a proyectos

Cineastas y documentalistas denunciaron que, en el Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), a través del Consejo Asesor, se realizaron nombramientos “arbitrarios” de jurados que tienen como objetivo seleccionar proyectos para su financiamiento. Hasta el momento, ese órgano estaba conformado por candidatos propuestos por las organizaciones de realizadores.

“Tras un proceso de lucha, en 2007 se regularizó el tema de los jurados del Plan de Fomento jurados y también se garantizó que esos jurados sean de asociaciones de documentalistas. Eso garantizó la diversidad ideológica y la transparencia en la entregas de los fomentos, porque son los mismos colegas los que evalúan los proyectos. Esto hoy se ve amenazado”, explicó el cineasta Mario Verón.

En diálogo con “Nada personal” por Radio ArinfoPlay, el realizador dijo que el Consejo Asesor es un órgano que co-gobierna el Incaa y que decide sobre lo que se fomenta. “Con la idea del federalismo, pusieron dos jurados a dedo e intentaron avanzar sobre los que ya estaban”, denunció y recordó que, desde las asociaciones de documentalistas, vienen implementando la idea de que el 25% de los jurados que se propongan sean del interior del país.

“Más allá de miradas estéticas y posicionamientos políticos, se logró una unidad entre seis organizaciones de documentalistas y cineastas”, destacó Verón y contó que, hace unos días,  hicieron una movilización y lograron detener los nombramientos. Ahora, van por la impugnación definitiva del nuevo comité por considerarlo una “decisión arbitraria”.

Verón, además, recalcó que el cine documental argentino se financia con el 4% de las entradas que vende el Incaa. Se trata de dinero que no sale de las arcas del Estado, sino que es un ingreso genuino. En la actualidad, el cine documental produce el 50% de las películas del cine nacional.

“Hay una nueva generación de documentalistas a partir de la crisis 2001. Se trata de reflejar lo que estaba sucediendo. Con las nuevas tecnologías, con poco presupuesto, se logra terminar una película. La postura política e ideológica y el compromiso está puesto en entender al cine como una herramienta que no viene a transformar el mundo, sino a generar en el otro sensibilidades. Luego, que el otro haga con eso aquello que sea necesario para transformar”, planteó el documentalista.

Y, finalmente, advirtió: “Se quiere avanzar hacia el sector privado. Se pretende que grandes empresas decidan sobre qué se cuenta, cómo se cuenta, qué se financia y qué no se financia”.

“El cine debe ser política de Estado. Las películas no deben ser vistas como mercancía sino como hecho cultural y político”, finalizó desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay.

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