Cómo es el proceso de donación de órganos en la Argentina

Un repaso por el funcionamiento del Incucai, un organismo modelo en la salud nacional. ¿Qué pasa cuando las familias piden por los trasplantes en los medios?




El Instituto Nacional Central Único Coordinador de Ablación e Implante (Incucai) se creó en la Argentina en 1978 y siempre estuvo en el Bajo Belgrano, en el predio del instituto de rehabilitación para personas con discapacidad.

“En aquel momento, era importante estar cercanos al aeropuerto, porque no estaban desarrolladas las jurisdicciones. Ahora, cada provincia tiene organismos jurisdiccionales de ablación e implantes que trabajan de manera coordinada con el Incucai y directamente con su ministerio de Salud. La operatividad antes, cuando había un donante o un trasplante, se hacía desde capital”, contó Roxana Fontana, encargada de comunicación social del Incucai.

Aunque los trasplantes en el país comenzaron a hacerse antes de la creación del Incucai, era necesaria la existencia de un organismo regulador que obtuviera, con un marco legal, los órganos y los tejidos. Los primeros procedimientos que se hacían en el país eran solo de riñón, pero hoy se realizan todos los que se practican a nivel mundial.

“La distribución de órganos tiene criterios preestablecidos mediante resoluciones del Incucai. No median criterios subjetivos. Prima la compatibilidad sanguínea entre receptor y donante. En el caso de riñones, debe haber, además, compatibilidad genética. También influye cuánto tiempo estuvo la persona en diálisis y, si es menor de edad, tiene prioridad”, precisó Fontana al programa “Aquí la 13” en Radio Arinfo.

Para aquellos que necesitan un trasplante, el orden de la lista de espera lo hace un dispositivo tecnológico llamado Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina (SINTRA). Este también hace la trazabilidad desde el donante hasta el receptor.

“No hay forma de no saber qué pasó entre la persona que donó y los receptores. En acceso público se preserva la identidad (nombre, apellido y DNI) de personas donantes y en lista de espera”, explicó la encargada de comunicación del Incucai.

El SINTRA, además, permite consultar cuantas personas son donantes en el país, cuántos trasplantes se hicieron en Argentina, cuántos equipos de trasplante existen, etcétera.

Pero, ¿Qué pasa cuando las familias de aquellas personas que necesitan un trasplante a contar sus desesperados pedidos en los medios de comunicación? “Según una encuesta, la población piensa que eso altera la lista, que los casos públicos tienen prioridad. Eso daña mucho, porque el sistema de donación de órganos se basa en la confianza pública. En esos casos, intentamos acercarnos a las familias para que tengan una referencia y que se sientan acompañados”, expresó Fontana.

La encargada de comunicación dijo, además, que, por ley, los medios no pueden difundir casos particulares, con nombre y apellido. “Lo importante es que los casos sean testimoniales, que sirvan de contacto para la información general de la gente y que no dañen la confianza en la transparencia de la distribución de órganos”, recalcó desde los micrófono de Radio Arinfo.

Finalmente, Fontana celebró que, en los últimos años, haya una curva ascendente en materia de donantes. “Continuamos trabajando en el sistema de salud para brindar capacitación a equipos médicos y de salud para poder generar un marco adecuado al momento de tener que hablar con las familias sobre la donación de órganos y para que estos puedan llegar con calidad a las personas que los necesitan”, concluyó.

Más información: www.incucai.gov.ar // 0-800-555-4628.


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