“Ver a los grandes maestros del ajedrez es como ver una obra de arte”

El presidente de la Federación Metropolitana habló de las particularidades y de los beneficios que trae la práctica de este deporte




Alejandro Sass comenzó a jugar al ajedrez a los seis años. Aprendió a hacerlo solamente mirando a dos personas mayores. Su madre, al advertir su pasión por el juego, lo llevó al Círculo de Ajedrez de San Isidro.

“Uno se enamora de este deporte y nunca lo deja de lado, más allá de las malas o buenas situaciones de la vida. La motivación es el placer jugar”, sostuvo quien hoy es el presidente de la Federación Metropolitana de Ajedrez (FEMEDA).

El jugador amateur consideró que “ver a los grandes maestros internacionales es como ver obras de arte” y lo comparó con “ver una jugada de Messi o Maradona”. Entre sus ídolos, nombró al norteamericano Bobby Fischer, al cubano José Capablanca y al letón Mijail Tal.

Al ruso Gari Kaspárov, ante quien jugó una simultánea, lo calificó como “el súmmum de los ajedrecistas del planeta”. “Él podía ver hasta 15 jugadas posibles en distintas variables. Analiza la suya y la del contrincante varias veces. Juega como una computadora”, destacó Sass en diálogo con “Espacio arte” por Radio Arinfo.

Justamente sobre la tecnología y las últimas partidas que han enfrentado a los humanos con las PC’s, el presidente de FEMEDA dijo: “La computadora algún día nos va a ganar. La diferencia es que esta busca la mejor jugada, de acuerdo a la información que le ingresó el ser humano. No es más inteligente que el ser humano, siempre responde a nuestra iniciativa. Tampoco tiene emoción, espíritu ni belleza o virtud”.

Sass contó que en el ajedrez se pueden desarrollar distintos estilos de juego y que estos pueden responden a las emociones de la persona.

También lo recalcó como un deporte “inclusivo”, que puede ser jugado por personas “desde los tres años hasta más de 100”. Y, aunque hay gente que aprende de grande, opinó que la edad ideal para comenzar con la práctica es a los cinco años. “Los chicos juegan por el pacer de jugar, por lo lúdico. No se ilusionan con ser campeones”, valoró.

 

“Jugar al ajedrez trae muchos beneficios: se desarrolla el pensamiento lateral, se fomenta la toma de decisiones y el ser responsable de ellas. También ayuda a prevenir problemas neurológicos por la irrigación de sangre al cerebro a partir del pensamiento”, señaló el jugador amateur desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, aunque lo ve lejano para un argentino, planteó: “Necesitamos un campeón sudamericano”.

Más información: www.femeda.com.ar

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