Convivencia en los edificios: las historias más curiosas de los consorcios

Mariel Kernes escribió un libro en el cual relata las anécdotas más curiosas que se dan entre vecinos 




A partir de las historias que contaba su esposo, administrador de consorcios, Mariel Kernes se decidió a escribir un libro en el cual recopiló las anécdotas más insólitas y curiosas.

“Anécdotas de un administrador de consorcio” es el título del libro que incluye 13 anécdotas, algunas ficticias y otras reales, sobre la convivencia consorcial y la vivencia del administrador. Debajo de cada una se incluyen tips o datos útiles, como por ejemplo, dar a conocer la existencia de un registro de administradores, qué es una asamblea ordinaria, cómo debe ser el llamado a reuniones y rendición de cuentas, entre otras cuestiones.

“Hay mucho desconocimiento. Está muy devaluada la profesión del administrador de consorcios: se cree que son chantas o que no hacen bien su trabajo, pero también hay muchos que lo hacen con responsabilidad. Es importante que la gente opine, vaya a las reuniones y se involucre con la toma de decisiones, que controle la gestión del administrador. Después, las personas se agarran la cabeza cuando las expensas aumentan o si hay cosas que no se solucionan, por eso es bueno participar”, dijo la autora y recomendó, a la hora de elegir un administrador para un consorcio, verificar que este esté inscripto en el registro y que haga cursos de actualización y capacitación. Asimismo, evitó confiar en los que “presentan honorarios muy bajos” ya que después “puede haber sorpresas”.

En relación a los relatos en los que basó su libro, Kernes calificó a las reuniones de consorcio como situaciones “tragicómicas” en las que hasta se discuten “cosas de índole personal que, incluso, incomodan al administrador”.

En estos ámbitos, precisó que las quejas más comunes son los ruidos molestos, las cosas que se tiran desde las ventanas internas a la planta baja, la discusión por el uso de espacios comunes y las mudanzas en horarios insólitos.

“En un edificio hay normas de convivencia que hay que respetar, no se puede hacer cualquier cosa”, recalcó la autora del libro, que es contadora pública, en diálogo con el programa “Con ojos de mujer” en Radio Arinfo.

Kernes admitió que muchas veces “padece” el trabajo de su esposo ya que “suena el teléfono a cualquier hora”, incluso “por cosas que ni siquiera corresponden al consorcio”.

Como todos los días surgen nuevas anécdotas, la autora sigue escribiendo y hasta se ilusiona con hacer una obra de teatro o un stand up con los relatos graciosos y divertidos que ha recopilado.

“El libro fue hacer realidad un sueño. Me está dando muchas alegrías. Cada persona que lo lee, luego me cuenta anécdotas propias. Toda la gente se ve identificada”, concluyó desde los micrófonos de Radio Arinfo.

 


Escuchá "Con ojos de mujer" los martes de 14 a 15 horas por www.arinfo.com.ar

 

 



 
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