Las mujeres y las diosas: qué tomar de cada una

Una psicóloga habla de los arquetipos que propone la mitología y cómo tomar sus características para poder desarrollarnos




El mito es una forma de explicación metafórica, simbólica y mágica de cuestiones relacionadas a la naturaleza y a aspectos de la condición humana. Es la primera forma de aprendizaje cultural que se tiene.

Entre los mitos más importantes, están los de las diosas. Las griegas tienen a sus homólogas en las romanas. Pueden cambiar los nombres, pero las historias son muy parecidas.

Basada en el libro “Las diosas de cada mujer”, escrito por la psicóloga jungiana Jean Shinoda Bolen, la psicóloga Marina Doeyo habló de las características de estas mujeres arquetípicas de los mitos.

La autora toma siete diosas en particular y las divide en tres grupos: las vírgenes (Artemisa, Atenea y Hestia), las vulnerables (Hera, Démeter y Perséfone) y la alquímica (Afrodita).

“Las vírgenes se llaman así porque, en sus mitos, no entra la relación con los hombres. Existen completamente separadas de los hombres y son completas en sí mismas, no necesitan al otro, no dependen de nada ni de nadie. No las conmueve ni las llena el enamoramiento”, explicó Doeyo a “Con ojos de mujer” en Radio Arinfo.

La especialista precisó que cada una tiene, además, características particulares a partir de las cuales se relacionan. Artemisa tiene una capacidad muy grande para establecer y alcanzar la independencia, la autonomía, la buena relación con otras mujeres. Atenea, en tanto, tienen la habilidad para pensar correctamente, resolver problemas prácticos y planear estrategias. Hestia, por su parte, está enfocada en sí misma, mantiene la hoguera prendida, medita mucho y todo lo que la rodea adquiere calor.

“Luego están las vulnerables, que representan papeles tradicionales de esposa, madre e hija. El enfoque de ellas está sobre las personas. Son receptivas. Deben desarrollar cualidades de otras diosas porque fueron engañadas, lastimadas o violadas por entregarse tanto a los demás. Deben aprender a cuidarse a sí mismas, a preservarse para no correr riesgo de ser vulneradas”, recalcó la psicóloga.

Finalmente, está Afrodita, que es la diosa del amor y de la belleza. Sobre ella, Doeyo señaló: “Es alquímica porque tiene un área creativa muy grande. Tiene el don y el poder de la transformación en sí misma. También del disfrute a pleno y de la sensualidad. Todas tenemos algo de ella y hay que mantenerla porque ayuda a seguir adelante. Lo importante es desarrollar esa parte que nos hace bien”

Sin embargo, Afrodita también tiene una dificultad: no considera las consecuencias de los actos.

En su libro Jean Shinoda Bolen describe a cada una de las diosas como madre, como esposa, sexualmente, etcétera. Muestra sus características positivas y también presenta sus puntos débiles, con el objetivo de tenerlos en cuenta para que estos no afecten a las primeras.

“Es bueno saber de qué diosa una tiene más características. También, en función de objetivos o proyectos, hay que ver qué se puede tomar de otra. Es importante desarrollarnos como mujeres más allá de los límites de una sola diosa”, concluyó Doeyo desde los micrófonos de Radio Arinfo.


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