“Jardín”, una novela sobre las relaciones entre padres e hijos

El escritor chileno Pablo Simonetti presentó en Argentina su último trabajo




La idea de escribir la novela corta “Jardín” le surgió al escritor chileno Pablo Simonetti a partir de una llamada telefónica que le hizo un amigo pintor, que tenía su taller muy cerca de la que había sido su casa familiar de la infancia.

En esa casa, que los hijos habían abandonado al crecer, vivió las madre sola, tras las muerte del padre. La mujer tenía un bellísimo jardín, con una colección de plantas muy particular, a las cuales cuidaba con gran dedicación. Ella creaba un verdadero micro-clima para que las plantas estuvieran en su plenitud. Había una enorme colección y muy bellas flores, como azaleas, camelias, etcétera. Para la mujer, ese jardín, que da título a la novela, era su lugar en el mundo, su identidad, su obra.

Un día, una empresa inmobiliaria llegó con la intención de comprar todas las casas del barrio. La  madre, en principio, dijo que no. Sin embargo, según cuenta Simonetti, sucumbió ante la “conversación inequitativa entre el especulador inmobiliario y la familia que quiere conservar su lugar en el mundo”.

Eso sucedió a principios de los 2000. Sin embargo, la empresa recién demolió esa casa y comenzó a construir en 2013. Es por eso que, casi por una década, el barrio estuvo intacto pero desalojado y los jardines se secaron. Recién en los últimos tiempos la empresa alquiló las casas que quedaban en pie por un precio bajo, con la condición de que los habitantes se fueran ni bien se les ordenada. La zona se llenó de estudios de música y de pintores, uno de los cuales era el amigo que hizo la llamada al escritor cuando se enteró de que demolerían la casa.

Así nació “Jardín”, la novela corta que hace unos días Simonetti presentó en Buenos Aires. “Mis novelas anteriores eran indagativas, yo busqué los caminos e hitos por los que tienen que pasar los personajes. Aquí, vi la novela de principio a fin”, comentó al programa “Con ojos de mujer” en Radio Arinfo.

El libro refleja los conflictos que se generan entre los hijos cuando surge la oportunidad de vender el hogar. El más chico, con quien la madre tuvo mucha intimidad y fue muy protectora,  presiente que en la decisión de la mujer de vender hay algo muy raro porque allí, entre otras cosas, están los recuerdos del padre. El mayor destaca la oportunidad del negocio.  La hija, en tanto, cree que sabe mejor que la propia madre lo que es bueno para ella.

“De grandes, los hijos nos ponemos paternalistas: creemos que entendemos mejor el mundo de hoy que nuestros padres. Hay un temor de los hijos porque los padres son frágiles, se enferman,caminan con menos seguridad. Eso horroriza y, a la vez, hace que los padres también se entreguen al paternalismo y hagan cosas que van en contra de su esencia más profunda”, reflexionó el autor.

El conflicto más grande de la novela es que Luisa, la madre, siente el drama de que su energía vital se esfuma porque va a perder su jardín. Sin embargo, ella se deja ser porque se da cuenta de que hay un conflicto muy grande entre su hijos y no quiere que se desate. Decide hacer lo que genere menos problema.

“Ciertas rutinas, lugares o espacios aplacan los conflictos. Fuera de eso, resurgen rencores, cuestiones del pasado”, sostuvo Simonetti.

En “Jardín”, cada planta tiene un significado y representa a un personaje. En el final, se produce un momento muy doloroso, cuando la madre reparte cada una de ellas entre sus hijos. “De esa manera, les hereda algo que ha cultivado con mucho esfuerzo y, al mismo tiempo, es un reproche al desarraigo por lo que cuesta cortarlas, sacarlas y trasladarlas”, precisó el escritor desde los micrófonos de Radio Arinfo.


Escuchá "Con ojos de mujer" los martes de 14 a 15 horas por www.arinfo.com.ar

 

 





 
Comentarios
Enviá tu Comentario