Adicciones: la importancia de la escuela en la prevención

Cómo la educación puede ayudar a desalentar los consumos (legales e ilegales) problemáticos




En los tiempos que corren, suele ser habitual que las personas tengan problemas con sustancias legales e ilegales. Las que mayores conflictos generan son las primeras: el celular, el trabajo, la actividad física, la comida, el alcohol, etcétera. Son conductas problemáticas de los tiempos en que vivimos que, cuando se vuelven más graves, se pueden calificar como adicciones.

“El problema es cuando se empieza a perder libertad para hacer otras cosas, cuando ese consumo es algo que se impone y que, si no lo hacés, lo pasás mal. Cuando condiciona tu vida y te sentís preso de esa actividad. La dependencia hacer perder a la persona de hacer otras cosas, va en desmedro de la vida social y personal, del descanso, del estudio, etcétera”, explicó la psicóloga Carina Rudistein.

La especialista sostuvo que el estilo de vida que tenemos puede conducir al “uso y abuso de las sustancias”, generándose una “relación muy perversa” por la falta de diálogo, de acompañamiento y de palabra.

“En personas con predisposición a las adicciones, hay problemas más serios. Pero en otras hay otras clases de problemas: tanto trabajo, tanto esfuerzo, tanta corrida, poco encuentro familiar, con el vecino, con el barrio y con la sociedad en general. Todo eso da poco espacio para desarrollar relaciones sólidas, consistentes, que permitan a uno sentirse útil y generar proyectos”, planteó.

En diálogo con “Aprendemos juntos” por Radio Arinfo, la Lic. Rudistein aseguró que, para darse cuenta de estos consumos problemáticos, es importante la mirada del otro y la escucha atenta, pero uno mismo también se puede dar cuenta de lo que está sucediendo.

“Los psicólogos pueden ayudar, pero también se puede hacer prevención desde la  escuela, la familia, la casa y los distintos ámbitos desde donde nos movemos. La escuela, sobre todo, sirve para acompañar y estimular. Los chicos están muy solos, muy exigidos, con mucho estímulo difícil de metabolizar e integrar”, recalcó la especialista.

En ese marco, consideró que la escuela “debe estar atenta” y “revisar su rol”: “Debe poder contener, acompañar y formar a los chicos. Debe escuchar, ofrecer experiencias reflexivas y de contacto para aprender con el otro. Debe generar situaciones de encuentro y proyectos. Los docentes pueden hacer mucho, si están acompañados. Debe haber más encuentros entre las distintas instancias educativas: directivos, padres, autoridades, auxiliares, etcétera. Hay que pensar que los chicos necesitan de su presencia y acompañamiento cotidiano”.

“El alcohol es puerta de entrada a otros consumos. Hoy se consume mucho y hay permisos. la escuela debe ofrecer alternativas y fortalecer lo que está bien: procurar que los chicos estén ocupados, que tengan inquietudes, que salgan, que hagan deporte, que tengan otro tipo de experiencias. Así podrán poner límites: decir esto no me gusta o esto me hace mal. Eso ayuda a generar mejores lazos y tener mejor performance. Es vital poder elegir, darles opciones”, concluyó la Lic. Rudistein desde los micrófono de Radio Arinfo.


   

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