“Argentina es el paraíso de los cigarrillos baratos”

Una especialista analiza el consumo de tabaco en el país y, a pesar de los avances, asegura que aún hay muchas políticas que deben implementarse en pos de la salud pública

En la última década, Argentina ha avanzado en políticas para frenar y reducir el consumo de tabaco en su población. Algunas medidas como la ley de ambientes libres de humo (del año 2011), la restricción de la publicidad o las advertencias con fotos en los paquetes de cigarrillos lograron bajar lentamente el consumo de tabaco en el país. Sin embargo, especialistas advierten que “aún falta mucho” para lograr una efectiva disminución de la población fumadora.

“Argentina es el paraíso de los cigarrillos baratos. Es el más accesible en relación a salarios del mundo, según el atlas de tabaco mundial. Eso contrarresta impacto de las otras políticas. Para el segmento más pobre, el cigarrillo es el doble de accesible en la última década. Esto es porque su ingreso creció y el cigarrillo se mantuvo barato. Hoy, estas personas pueden comprar el doble de paquetes que hace una década”, alertó Verónica Schoj, directora ejecutiva de FIC Argentina (Fundación Interamericana del Corazón), en diálogo con “Náufragos en Gaia” por Radio Arinfo.

La médica planteó que cargar impositivamente a los cigarrillos es la medida más efectiva para reducir la epidemia de tabaco. Es una política que tiene impacto en los adultos y, sobre todo, en los más chicos, que no ingresan así al mundo del tabaco por los precios altos.

La prevención es un aspecto fundamental en estos casos porque es muy difícil luego dejar de fumar. La nicotina es más adictiva que la cocaína, según los expertos.

“Si se implementan políticas fiscales que hagan costosos los cigarrillos, el Estado aumentaría su recaudación de manera considerable. Es una política de doble beneficio: por un lado, se protege la salud y se salvan vidas, y, por el otro, se generan recursos muy útiles para el Estado para reducir disparidades y mejorar condiciones de los sectores más vulnerables”, señaló Schoj, aunque aclaró que esto es difícil de llevar a cabo por el lobbie que realizan a nivel estatal las empresas tabacaleras.

Entre las deudas que tiene Argentina en este ámbito, la directora ejecutiva de FIC nombró a la falta de ratificación en el Congreso del tratado Global de Salud Pública, un documento que el país firmó en el 2003: “Eso demuestra la ambivalencia del Estado. 180 países ratificaron ese convenio marco para el control de tabaco y Argentina es el único de América Latina que no lo hizo. Es una deuda pendiente. Esto no se puede reemplazar con leyes locales, porque garantiza aspectos de cooperación entre países, por ejemplo. No ratificarlo imposibilita el avance en cuestiones de agenda internacional de control de tabaco, que es una política de derechos humanos, de salud”.

Según Schoj, la razón principal por la que no se ratifica este tratado es porque el Estado subsidia al cultivo de tabaco. Esto se hace, por un lado, con fondos que van directamente a cada productor, sobre todo a grandes latifundistas, y, por el otro, con dinero que llega a las provincias tabacaleras, que luego lo usan para múltiples cosas. El fondo, que fue de 306 millones de dólares en el 2014, se forma con el 10% del precio de cada paquete de cigarrillos que se vende en el país.  

“Son las provincias con menos PBI del país y dependen de que no baje consumo de tabaco en el país.   Es algo perverso: cualquier política que baje el consumo de tabaco en la Argentina y proteja a la salud, afecta al fondo”, recalcó la médica.

La publicidad también es una deuda pendiente. Hoy, los kioscos están “estallados” de cartelería. “La ley se quedó corta”, consideró Schoj y celebró que Santa Fe sea la primera provincia que avanzó y prohibió por completo esta publicidad como medida de salud pública. Desde 2006, la provincia tenía una demanda de la empresa Nobleza Piccardo pidiendo la inconstitucionalidad de esa medida, pero recientemente la Corte Suprema falló a favor de la salud pública por unanimidad “con argumentos impecables”.

La encuesta nacional de factores de riesgo arrojó ciertos datos sobre el consumo de tabaco en Argentina. En personas mayores de 18 años, en 2005 eran fumadores mayores el 29%, esto se redujo al 27% en 2009 y al 25% en 2013. La expectativa de descenso de los expertos era mayor ya que, en venta de paquetes per cápita, el descenso fue ínfimo.

A la hora de hablar de las consecuencias de ser fumador, Schoj precisó que se trata de la primera causa de muerte prematura evitable. Hoy, el tabaquismo implica el 13% de los costos en salud de la Argentina. “Desangra sistema de salud pública y esos recursos son ahorrables”, aseguró la directora ejecutiva de FIC a Radio Arinfo y, finalmente, advirtió que este padecimiento causa 40 mil muertes cada año en el país, es decir, 110 por día.
 
 

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