Demandan mayor participación ciudadana en la planificación urbana

Piden que los planes sean discutidos abiertamente para lograr una efectiva democratización de los espacios




La Ciudad de Buenos Aires, en conjunto con toda el área metropolitana, se encuentra ubicada entre las 30 aglomeraciones más pobladas del mundo. En ese marco, organizaciones de la sociedad civil reclaman que los programas de planificación urbana que se ponen en práctica en el ámbito porteño tengan cada vez mayor participación ciudadana.

“Hay una cuestión pendiente en los últimos 15 años, que es la rediscusión de la planificación urbana, es decir, cómo se va a construyendo la ciudad a futuro y cuáles van a ser las prioridades. El segundo aspecto es quién va a discutir la nueva planificación de la Ciudad. En décadas anteriores, los que han decidido han sido funcionarios, gobiernos de turno, empresarios y desarrolladores inmobiliarios. Hubo escasa participación ciudadana”, sostuvo Jonatan Baldiviezo, integrante del Observatorio del Derecho a la Ciudad.

El abogado aseguró que los instrumentos que regulan la planificación de la Ciudad son “poco conocidos” y “muy técnicos”, y que, al momento de su elaboración y sanción, la discusión fue de muy corto plazo y casi desconocida para la población porteña.

“Después de la crisis de 2001, la Ciudad ha sufrido una transformación apresurada por la gran construcción de torres. Esto generó problemas de colapso de infraestructura. Barrios como Caballito, Palermo o San Telmo se quedan sin luz, sin agua. La población en villas se incrementó al doble y todo eso tiene que ver con la planificación. También hay cuestiones no muy bien contempladas, como el cambio climático y los grades eventos como tormentas o inundaciones. Es increíble que en la Ciudad, con  gran parte de territorio inundable, no exista una normativa relacionada a cómo evitar o mitigar inundaciones”, planteó Baldiviezo en diálogo con “Urba-NOS” por Radio ArinfoPlay.

El integrante del Observatorio también hizo referencia a la crisis habitacional, que implica que una de cada 100 personas en el ámbito porteño vive en la calle, en una villa o hacinada: “El Código de Planeamiento no trata cómo garantizar derecho a la vivienda de la población. Al contrario, desregula el mercado inmobiliario e impulsa que la mayor parte de las construcciones sean viviendas suntuosas, a las que no puede acceder la mayor parte de la población y aún menos la que más lo necesita. Hay que desconcentrar o democratizar la posesión de tierra en la Ciudad. Hoy, las personas que no pueden acceder a la tierra se ven obligadas a hacinarse en pequeños reductos informales, que serían las villas, las cuales aumentaron al doble su población en los últimos años. Por ejemplo, La Carbonilla de La Paternal tenía construcciones de un piso, y ahora tienen cinco o seis. Eso es por la falta de acceso a la tierra”.

“Hay que comenzar a pensar cómo legislar para que no existan grandes terratenientes urbanos. Tenemos gran cantidad de población en villas y, por el otro lado, desarrolladores inmobiliarios como IRSA que tienen 110 hectáreas ociosas. Es decir, 110 manzanas sin usar, para ser utilizadas a futuro a través de especulación inmobiliaria”, denunció Baldiviezo.

El abogado señaló que la Constitución de la Ciudad contempla varios instrumentos de planificación urbana, los cuales deben actualizarse con participación ciudadana. “La normativa entiende que las ciudades son muy dinámicas y por eso deben repensarse en periodos de tiempo cortos. El Plan urbano Ambiental debe actualizarse cada 5 años y no se está haciendo. Lo mismo sucede con plan el de adecuación al cambio climático, que está vencido. El plan estratégico también debería seguir la evolución de la Ciudad y no se está haciendo”, afirmó.

En ese marco, Baldiviezo reconoció que el Poder Ejecutivo trabaja en la actualización de los planes estratégicos, pero lamentó que lo haga “a puertas cerradas”, solo “con cámaras inmobiliarias y no con la población”.

“Advertimos que el actual Código de Planeamiento debe ser reemplazado por un nuevo código urbanístico que establezca una planificación de la Ciudad. Hoy se discute dentro del Gobierno, cuando debería hacerse en las Comunas, en los barrios y con las organizaciones que han resistido al avance de la especulación inmobiliaria”, reclamó.

Baldiviezo también admitió que el tema de los espacios verdes ha sido algo “conflictivo” hace ya varias décadas: “En 1991 se logró una ordenanza que prohibía su privatización. Lamentablemente, esto se interpretó como un escollo para un negocio y el Gobierno de la Ciudad logró aprobar una ley para autorizar la instalación de bares en parques. Antes eran ámbitos no mercantilizables y hoy se manejan con criterios económicos”.

“A eso se suma que el Gobierno de la Ciudad interpreta que los grandes espacios verdes son vacíos frente a la Ciudad, que deben ser rellenados: no le ven la función social ni ambiental. Allí se colocan comisarías, hospitales, estadios, etcétera. Hay que buscar alternativas para construir en otros espacios o expropiando a privados. De lo contrario, se produce disputa entre espacio verde y equipamiento urbano, que no debería existir”, añadió desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay.

Finalmente, el abogado habló de una “involución” con respecto a cómo las instituciones abren las puertas a la participación ciudadana: “las audiencias públicas son solo formales y el presupuesto participativo dejó de existir. Hoy en la sociedad hay una revitalización participativa y democrática, hay más asambleas, pero eso no tiene su correspondiente apertura por parte de Gobierno de la Ciudad”.

 



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