Casandra iluminada: una obra que cuestiona el paradigma del patriarcado

La autora y la directora de la pieza teatral cuentan cómo se basaron en el mito para crear un unipersonal que conmueve

Casandra iluminada (rito de pasaje) es una obra de teatro que se reestrenó el pasado sábado y que se ha transformado en una interesante opción de la cartelera porteña. La obra está basada en la mitología griega, puntualmente en la sacerdotisa troyana que aparece en algunas tragedias de Esquilo y Eurípides.

Según el mito, Casandra era de la joven, hija del rey de Troya,  donde Apolo era dios del sol y de los oráculos. Ella era sacerdotisa de ese dios, pero Apolo se enamoró de ella y le regaló el don de la profecía. Cuando la quiso poseer, Casandra tuvo el tupé de negarse a los designios del dios.
Entonces, Apolo la castigó y no le quitó el don, pero la condenó a que nadie le crea. Por lo tanto, ella tiene la capacidad de ver todo lo que va a suceder, pero no puede evitarlo ni advertir a nadie. Casandra pasa a  ocupar el rol marginal de la loca y se burlan de ella. Incluso, quiso advertirles a los troyanos de que el caballo de madera era una trampa, pero no le creyeron.

La obra de teatro fue escrita por Noemí Frenkel, quien también se pone en la piel de la sacerdotisa sobre el escenario y es dirigida en colaboración con Silvia Goldstein. Ambas dialogaron con “Charlemos...y te cuento un cuento” en Radio Arinfo.

Sobre el desafío de dirigir a la autora de la pieza, Goldstein dijo: “Es una facilidad y una dificultad. Noemí tiene el texto y el personaje, y también la trayectoria de la escritura y la investigación sobre el tema. Eso facilita trabajo, pero a la vez lo dificulta porque hay un apoderamiento de todo el trabajo que hace que sea más difícil entrar. De todos modos, es un proceso en el cual hubo muchas puertas que se fueron abriendo y permitieron que yo pudiera ingresar”.

“El texto me entusiasmó muchísimo por todas las resonancias y proyecciones que podía darle desde la dirección. Podía plantearlo como un  espectáculo donde texto se luciera. La puesta es un trabajo compartido, con mucho intercambio entre ambas. Las proyecciones iban a ocupar más tiempo y más espacio, pero luego evaluamos que sea por momentos para que el trabajo visual no interfiriera o pusiera en segundo plano a la actriz, que es muy buena y hay que aprovecharla”, explicó la directora, quien destacó la labor audiovisual que se hace en Casandra iluminada.

En tanto, Frenkel se mostró orgullosa de poder llevar adelante un espectáculo de su autoría: “La satisfacción del artista es poder comunicar y transmitir aquellos que siente y tiene para ofrecer. Fue un proceso de mucho tiempo y de mucho trabajo. Nunca había presentado un texto mío y eso implicó hacerme cargo de decir lo que yo quiero decir. Como actriz he hecho personajes que me han encantado y obras que elegí y me dieron gratificación, pero decidir de qué quiero hablar, que el personaje atraviese determinado conflicto, ofrecerlo, que la gente lo reciba y se conmueva, es una gran satisfacción”.

La obra cuenta con la música de Carlos Villavicencio y el personaje de Casandra conversa e interactúa con esa música. “La música nutre al material”, destacaron las realizadoras.

Goldstein también hizo referencia a lo central de lo corporal en esta propuesta teatral: “La idea fue hacer que el texto pasara por el cuerpo, y lograr que habite y se aloje en él. Una de las consignas que trabajamos en los ensayos era en qué lugar del cuerpo se aloja cada frase, cada palabra, cada situación, y buscar que sea un trabajo físico. En un unipersonal se debe lograr que sea el espectáculo el que interese y que genere distintos estímulos: por eso hay diálogo con música y luz, y movimiento en el espacio que deviene otro en cada momento, en función de lo que se va contando”.

“El texto apunta  a trabajar la soledad del personaje. Ella tiene una verdad, pero esta no es escuchada, ni creída. La obra, además, trabaja mucho sobre lo femenino, la violencia y el abuso. Abordamos el paradigma del patriarcado y  delos mandatos, y cómo se confronta con esto”, preció Frenkel desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Y, finalmente, vinculó la temática de la obra con la multitudinaria marcha “Ni una menos” contra la violencia de género: “Casandra es una mujer atravesada por la represión. Sus pulsiones,  su naturaleza y su fuerza femenina están reprimidas por este paradigma que la somete. Eso genera una vivencia de mucha soledad y es lo que queremos transmitir en la obra de muchas maneras”.

Más información: Casandra iluminada (rito de pasaje) se presenta los sábados 18 a las 20.30 en El Kafka (Lambaré 866, CABA).


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