Utilizan plantas para mejorar el ecosistema en las costas del Riachuelo

Se trata de una iniciativa basada en la técnica de fitorremediación que ya se utiliza en la zona Sur de la Ciudad




Con el objetivo de mejorar el entorno del Riachuelo, la Ciudad de Buenos Aires ha puesto en marcha un proyecto de fitorremediación en las costas. Se trata de una iniciativa desarrollada desde la Universidad de Flores, a pedido de la Agencia de Protección Ambiental (APRA).

“Es un proyecto de rehabilitación ambiental, que trata de recuperar las riberas, que están bastante degradadas en el Matanza-Riachuelo. La idea es utilizar las plantas nativas, que en general viven en estos ambientes y que están adaptadas  a contener en sus raíces gran cantidad de metales. Queremos aumentar lo vegetal, que muchas a veces se corta o está deteriorado, y volver a cubrir las riberas con la mayor vegetación posible”, explicó la Dra. Ana Faggi, ingeniera agrónoma y Decana de la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Flores.

El proyecto implica la colocación de biorollos, que son la forma ideal para preparar el material antes en viveros o en laboratorios. Estos permiten tener las plantas ya enraizadas para que se puedan fijar fácilmente al llevar al terreno final. De lo contrario, si se pusieran de forma individual, la erosión del río podría llevarse las plantas.

“Son como un gran caramelo, construido con materiales que se van pudriendo y acumulan material orgánico. Es de tela como arpillera que se rellena con hojas de palmera o follaje. Allí se colocan plantas que rápidamente, estando en agua, enraízan. Es una forma rápida de llevarlas, colocarlas y que permanezcan en el lugar”, precisó la Dra. Faggi en diálogo con “Resumiendo punto cuatro” por Radio Arinfo.

Las plantas que se utilizan son fito-acumuladoras. Atrapan y mantienen los metales en sus raíces, no las llevan a hojas o frutos, algo que sería desaconsejable.

En el proyecto piloto que se está llevando a cabo en las costas porteñas del Riachuelo, los biorollos se están colocando en un tramo de cien metros. La prueba termina en diciembre, pero el objetivo es continuar y extender la propuesta en el 2016.

“Ya sabemos que las plantas acumulan metales, pero sacamos muestras del suelo y de las plantas antes de colocarlas. Eso se va a seguir monitoreando para ver cómo se desarrolla en el tiempo y cuánto metal va a cumular las raíces. La idea es luego hacerlo más extensivo, de acuerdo a los planes de ACUMAR y del APRA”, sostuvo la ingeniera agrónoma.

Faggi contó que la iniciativa ya está siendo evaluada también del lado de la provincia de Buenos Aires: “Hace dos años que trabajamos con el municipio de Esteban Echeverría, en la cuenca media. Calculamos que allí también vamos a poder aplicar biorollos. Esto es trasladable”.

“Las costas son espacios lindos como espacios públicos. Son sitios en los que, si estuvieran bien tratados y mantenidos, la gente dejaría de tirar cosas. Cuando el paisaje mejora, todos colaboran. Así esperamos que sea”, manifestó la especialista desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Y, finalmente, celebró: “Cada vez las cosas están mejor en el Riachuelo. Se desea que se acelere el proceso, pero esto lleva 200 años de contaminación. En el fondo, todos somos culpables. Cada uno como individuo, en su vida cotidiana es responsable de lo que tira y todos debiéramos hacernos cargo de recomponerlo. Afortunadamente, la gente joven está mucho más preocupada por estos temas”.


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