El significado de la argentinidad

El politólogo Julio Burdman distingue los impactos positivos y negativos del nacionalismo. Además, analiza la visita del papa Francisco a la región




La Copa América de fútbol, nuevamente, despertó el sentimiento nacionalista de los argentinos y eso puede llevar a preguntarnos qué tan nacionalistas somos y por qué sacamos a relucir nuestro amor por la patria solo cuando hay eventos deportivos.

En ese marco, el politólogo Julio Burdman diferenció los impactos positivos y negativos del nacionalismo: “El negativo es cuando alguien, reclamando una identidad nacionalidad, en realidad expresa una agresividad contra otras nacionalidades. Eso es el nacionalismo belicista o la xenofobia. El positivo, en cambio, es cuando se transforma en solidaridad, cuando la población dispuesta a hacer un esfuerzo en función de reducir las desigualdades internas".

“En Argentina, los sentimientos nacionalistas que aparecen con el fútbol o con el nombramiento de un Papa argentino, ¿se transforman en actitudes internas que tengan sentido económico y social? ¿Somos más solidarios con otros argentinos por ser más nacionalistas? Eso es lo que tenemos medir: cuánto nos impacta para bien tener estos sentimientos que aparecen por momentos”, agregó el analista.

En diálogo con “Ojos abiertos” por Radio Arinfo, Burdman nombró al peronismo y al Yrigoyenismo, las bases de los dos partidos mayoritarios, como orígenes del nacionalismo popular argentino. “Ambos tenían de virtud la idea de que la nación argentina es mucho más que el conjunto de personas que fundó al país, que había que ampliar la nacionalidad y que todos éramos argentinos. Esa es la mejor herencia de ambas corrientes, una ampliando la ciudadanía y democratizando, y la otra incorporando a los más pobres, que para los ‘más bancos’ de la sociedad no eran argentinos”, explicó.

“También hubo un periodo de mucho sentimiento patriotero en su sentido más negativo. Esa es la trama oscura del nacionalismo, cuando se transforma en belicismo”, distinguió, en alusión a la guerra de Malvinas.

El politólogo también reflexionó respecto de cómo incidió la cuestión del nacionalismo durante la Crisis del 2001, con el fenómeno de gente que se iba del país a buscar horizontes al exterior: “Lo interesante de eso es que los que se iban no eran los más pobres, sino la clase media o media-alta urbana. Se iban en avión y muchos después volvieron porque vieron que no era ninguna panacea irse a trabajar a otros países. No se iban los más necesitados de trabajo y de salir de la pobreza, como pasa en otros países. Esa es una particularidad argentina y tiene que ver con nuestra naturaleza de antiguo país de inmigrantes, donde hay todo un conjunto de personas de segunda o tercera generación de argentinos que muchas veces cae en la decepción respecto de su propia historia. Piensan que sus familiares vinieron a este país y no valió la pena. Hay un permanente cuestionamiento sobre la identidad del conjunto argentino, que es muy numeroso y que tiene una historia bastante globalizada. Muchas veces, eso no sale de la retórica y es solo un sentimiento contradictorio en un país de inmigrantes”.

“Argentina es un país que tiene una identidad nacional muy interesante. Tiene una gran diversidad por ser un país extenso y federal. También tiene muchos aportes culturales e íconos, que son propiedad de la humanidad. Estamos viviendo un momento bastante brillante en términos de individualidad y eso tiene que ver con el poder de prestigio de la Argentina. Nuestro país tendrá sus virtudes y defectos, pero se está haciendo ganar prestigio internacional a partir del desempeño de algunas de sus individualidades. Las personalidades del deporte y la cultura forman parte del reservorio de identidad argentino”, valoró Burdman.

En otro plano, el analista se refirió a la reciente visita del papa Francisco a la región y precisó que el Sumo Pontífice no vino a la Argentina “para eliminar cualquier tipo de especulación electoral”. “Hay gran codicia de los políticos por sacarse fotos con él y es lógico que quiera evitar el país en el 2015”, justificó.

Asimismo, planteó: “Su venida era muy esperada y nos recuerda las razones por las que fue elegido Papa. La preocupación de la iglesia en los últimos años era que en el bastión del catolicismo, que es América Latina, la religión retrocediese por los avances de las iglesias evangélicas o de nuevas espiritualidades. Temían que el conjunto de católicos mermase  y la iglesia, como institución mundial, se achicase. Entonces, el sentido político de esta visita es fortalecer y revitalizar a la iglesia donde está la mayor parte de los católicos del mundo y está logrando su objetivo”.

“Hoy, las encuestas sobre religiosidad muestran que hay más entusiasmo desde que Francisco fue elegido papa hace dos años. El Papa está llevando adelante su agenda de fondo, que es revitalizar a la iglesia católica a nivel mundial. Sus discursos lo muestran con una agenda de tinte más político que lo que acostumbraba la iglesia y preocupado por la temática social”, finalizó Burdman desde los micrófonos de Radio Arinfo.
 


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