A siete años del fallo por el Riachuelo, aseguran que el balance “no es positivo”

Desde la Asociación de Vecinos de La Boca aseguran que se hicieron cuestiones “cosméticas”, pero que el agua sigue estando contaminada

Recientemente se cumplieron siete años desde que la Corte Suprema de Justicia de la Nación firmó el conocido Fallo Mendoza, que obliga al saneamiento del Riachuelo y a la relocalización de las personas que viven en sus costas.

Alfredo Alberti, Presidente de la Asociación de Vecinos de La Boca, consideró que el balance de estos últimos años “no es positivo” y analizó: “Estamos mejor que hace siete años. Tenemos de aliada a la Corte, contamos con una institución como Acumar y con dos jueces federales que se ocupan del tema. Pero, en relación con tanta entidad de primera línea afectada a esto, los resultados son bastante escasos”.

“En materia de contaminación industrial y líquidos cloacales estamos tal cual como cuando empezamos. Solo se han logrado beneficios en materia de contaminación visual, cosmética y maquillaje. El Riachuelo ya no ofrece imagen tan lacerante de antes, con una masa de flotantes repugnantes. Hoy la superficie está cuidada y los terraplenes también. Pero lo que enferma y mata son los líquidos pesados, los residuos industriales y cloacales. En eso estamos exactamente igual. Las empresas siguen en su jolgorio y los conductos cloacales no llegan. La masa líquida sigue siendo absolutamente venenosa, asquerosa y repugnante como siempre”, lamentó el dirigente barrial.

En ese marco, planteó que las “resoluciones son laxas” y que “todo muy permisivo”. También afirmó que está atrasada la relocalización de la gente que vive a la vera del Riachuelo. “Hay que hacer viviendas para ellos, pero las que se hacen se entregan con irregularidades, déficits e imperfecciones y eso hace difícil que la gente se mude”, indicó en diálogo con “Resumiendo punto cuatro” por Radio Arinfo.

“Estamos naturalizando un mal muy profundo. Nos estamos acostumbrando a estar rodeados de ríos que no podemos disfrutar. No cuidamos el agua, la intoxicamos y la envenenamos de manera muy peligrosa”, sostuvo Alberti, a la vez que alertó por la toxicidad que proviene del agua que tomamos en el Área Metropolitana.

El Presidente de la Asociación de Vecinos de La Boca también hizo referencia a la cuestión de la navegabilidad: “Hay un grupo de personas que todavía persigue sus intereses económicos y que pujan por volver a la navegabilidad, la cual fue prohibida porque el rio tiene muy poca profundidad. Las chatas areneras van rozando el fondo y con sus hélices producen un efecto de dragado que remueve los barros del fondo, lo que hace que la masa líquida sea aún más venenosa. El daño que harían con la navegabilidad sería mayor al que causan las industrias con sus vertidos. A la gente que quiere volver a navegar le importa muy poco la vida de la gente y el esfuerzo que se está haciendo por el Riachuelo. Económicamente les sirve, pero no es sustentable para a población”.

En otro orden, respecto a las tareas que encomendó el Fallo Mendoza, Alberti dijo que la provincia de Buenos Aires es la “más deficitaria”, mientras que la Ciudad “está muy atrasada en la relocalización” de las personas que viven en las costas del Riachuelo.

“Acumar es una institución fundamentalmente de Nación, aunque a las tres jurisdicciones les cabe un nivel de responsabilidad en esto. La Corte Suprema tiene problemas propios internos hoy y no se está ocupando como al principio para instrumentar que el fallo se cumpla de la mejor manera y en el menor tiempo posible. Los jueces federales tampoco imprimen la celeridad que implica  un tema donde está en juego la salud de la gente. Las ONG hacemos lo que podemos. Estamos coordinados por Defensor del Pueblo de la Nación, que hoy no existe porque no lo nombran. Las instituciones están enflaquecidas y empobrecidas”, denunció el vecino de La Boca.

Finalmente, relfexionó: “No podemos decir que en estos siete años no se hizo nada. Ya no existe el cementerio de barcos de La Boca, superficie está mejor, los terraplenes están cuidados y el Riachuelo huele mejor. Pero son aspectos que nada hacen a la cantidad de presupuesto y de personas implicadas en esto. No están en relación la energía aplicada a los resultados que se están obteniendo”.

“La foto del Riachuelo hoy da bien y se lo ve limpio, aunque no está saneado. Están queriendo vender que la tarea está cumplida, cuando dista totalmente de ser así”, concluyó Alberti desde los micrófonos de Radio Arinfo.

 

 

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