El legado de Atahualpa Yupanqui

Roverto Chavero, hijo del reconocido artista, habla sobre las actividades de la Fundación que busca mantener viva la memoria de ‘Don Ata’




En el año 1987, un grupo de amigos y conocidos decidió crear una Fundación para honrar a Atahualpa Yupanqui, el máximo exponente del Folklore Nacional, quien en aquel entonces tenía 79 años. Dos años más tarde, la familia del músico donó su casa de descanso en Cerro Colorado, provincia de Córdoba, para que allí se instalara un museo.

“Nos parecía que era una lástima que su trayectoria, especialmente la que tuvo en el exterior, no fuera conocida por el silenciamiento de su tarea por parte de las sucesivas autoridades del país”, contó el hijo del cantautor, Roberto Chavero.

La labor de la Fundación Atahualpa Yupanqui siguió vigente tras la muerte del músico en 1992 y se mantiene hasta hoy. Desde la entidad se realizan muestras, charlas, talleres, se auspician libros y discos. Además, han realizado la edición de 14 discos con recitales inéditos y grabaciones caseras.

También han editado sus ocho libros junto a la Universidad Nacional de San Luis y se espera por la renovación del contrato de edición. “La universidad es un ámbito generoso y adecuado para la obra de mi padre por la posibilidad de llegar a estudiantes profesores y gente que no conoce su obra literaria.

Mi padre es conocido como intérprete, cantor o autor de canciones pero no como hombre de la literatura, aunque en algunos lugares ya se lo reconoce como autor de importancia en materia literaria”, destacó Chavero en diálogo con “Puerto utopía” por Radio Arinfo.

Cada año, el 31 de enero, la Fundación celebra el aniversario del nacimiento de Yupanqui con actividades en Cerro Colorado. También realizan encuentros los 23 de mayo para recordar su fallecimiento.

En el año 1989, Chavero produjo con su padre 20 horas de charla, que se resumieron en un DVD llamado “Legado”. En esas grabaciones, ‘Don Ata’ abarcó 40 temas distintos.

“Él era un gran narrador y sus charlas son muy atractivas. Son, además, muy formadoras. Nos arriman a una forma de mirar un mundo que él conoció, que vivió…un mundo de poetas, de paisanos, de paisajes, de costumbres y de historias, que es riquísimo”, comentó el hijo de Yupanqui sobre el material que, en parte, fue a Canal Encuentro en un especial llamado “Los caminos de Atahualpa” y que pronto se subirá a un canal oficial de Youtube, junto a micros realizados por otros artistas en base a la obra del cantautor.

La obra del folklorista es tan significativa d la cultura argentina que ya ha sido traducida al japonés, holandés, hebreo, portugués y hay pedidos para hacerlo al alemán. “Hay gente muy preparada, que aporta perspectivas serias sobre la obra de mi padre, sobre las letras de sus canciones y sus poemas. Es algo necesario. Yo nunca quise generar una ortodoxia, mientras todo sea respetuoso y con seriedad, me parecen bienvenidos los aportes”, sostuvo Chavero.

En el año 2007, el ministerio de Educación de la Nación editó una compilación de libros de Yupanqui. “Fue una edición muy cuidada para escuelas de adultos. Hubo mucho requerimiento por parte de los docentes y hubo que hacer una segunda edición de esa antología. Fueron más de 50 mil libros que llegaron a distintas escuelas y bibliotecas. Los herederos nunca cobramos un peso por eso. Cedimos nuestros derechos al ministerio para que la obra de mi padre se difundiera de ese modo”, reveló el hijo del cantautor.

En ese marco, Chavero habló del legado que deja la obra de su padre: “Él miraba el mundo y la vida desde la mirada de los indios, de los antiguos pueblos de la tierra de todos lados. Era una idea ritual de la vida, no desde un punto de vista esotérico, sino de la cultura. Veía la existencia, el universo y a los hombres desde ese lugar. Lo expresaba con el simple lenguaje de los criollos pero, cuando le tocaba escribir, lo hacía con lo mejor del lenguaje castellano”.

“Mi padre siempre fue al meollo, nunca se anduvo por las ramas para hablar de las cosas. Ha sido dueño de un poder de síntesis producto de su formación campesina y observadora. El campesino muchas veces habla en octosílabos sin darse cuenta, de manera natural. Como tiene tiempo para la reflexión y la observación, desarrolla un poder de síntesis que es una sentencia. Mi padre tuvo el don de poder expresar eso en forma artística”, valoró el titular de la Fundación desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Y, finalmente, sentenció: “Yupanqui era uno de esos hombres con el raro don de expresarse y de expresar el mundo de una forma sintética. Son seres que vienen a ser mensajeros. Afortunadamente, en el caso de mi padre, eso le permitió transmitir desde lo argentino una visión del mundo que se convierte en universal. Por eso se lo traduce y se lo lee hasta en África o en Medio Oriente. Suscita interés su forma de indagar la vida”.

Más información: www.fundacionyupanqui.com.ar
 


 Escuchá "Puerto Utopía" los jueves de 18 a 19 horas por www.arinfo.com.ar

Seguinos en Twitter:  https://twitter.com/#!/RadioArinfo

 


 
Comentarios
Enviá tu Comentario