Buscan fomentar los centros comerciales a cielo abierto de la Ciudad

El Consejo Económico y Social de la Ciudad ha tratado un proyecto para revalorizar estos espacios tan característicos de los barrios porteños

El Consejo Económico y Social de la Ciudad es un ámbito compuesto por 26 organizaciones de la sociedad civil que opinan sobre políticas públicas. Allí, gremios, universidades, ONG’s y cultos, entre otros, debaten qué debería ocurrir en el ámbito de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires en materia de temas como Educación, Vivienda, Trabajo, Industria y Comercio, siempre pensando en el mediano y largo plazo.

“Ha sido una experiencia interesante en términos de quiénes son los que participan. A diferencia de la Legislatura porteña, la discusión tiene otra forma, sin chicanas. Acá se va con exclusividad al tema de fondo. Eso lo hace muy rico e interesante. Los que vienen, lo hacen a proponer una mirada distinta sobre políticas públicas”, sostuvo Sergio Abrevaya, Presidente del Consejo y recientemente precandidato a Jefe de Gobierno porteño.

Una de las últimas temáticas abordadas por la entidad fue la cuestión de los centros comerciales a cielo abierto de la Ciudad, que son aquellos que se desarrollan sobre calles o avenidas.

“Han proliferado centralidades barriales que permiten un desarrollo mucho más interesante del comercio minorista y, por ende, de la vida en el barrio. Eso redunda en calidad de vida en muchos sentidos. Por ejemplo, si el lugar está puesto en valor, la seguridad es mayor”, planteó Abrevaya en diálogo con “Qué está pasando” por Radio Arinfo.

En esa línea, señaló que la recomendación de impulsar estos centros comerciales a cielo abierto confronta con la idea del shopping: “Este último es en un solo edificio, se va en auto, los comercios que sobreviven son las grandes marcas por lo caro que es y la renta inmobiliaria encarece el comercio”.

Como conocedor de la Ciudad y ex director del CGP de la zona, el ex Legislador opinó sobre los cambios que se quieren implementar en la tradicional Feria de Recoleta, cambiando la tradicional circulación por un solo pasillo con puestos a ambos lados por una circulación en dos pasillos para que la gente no camine más por el centro.

“Es un caso muy específico y esa es una plaza muy rara, con frentistas de vidas opuestas. Está el cementerio, con los entierros, la gente que va a ver las bóvedas y los turistas que visitan e Evita. Está la Iglesia del Pilar, que tiene vida diaria con misas y casamientos los fines de semana. También el Centro Cultural Recoleta, que tiene su vida propia. Enfrente, están los bares. Todo eso hace a la vida de Recoleta”, analizó.

En ese marco, recalcó: “Cuando se piensa como regular la feria hay que tener en cuenta a los públicos distintos, con diferentes horarios y demandas. Estos deben poder fluir. Eso hoy está forzado y me da la impresión de que el nuevo proyecto no tiende a solucionarlo para que la plaza siga siendo de todos”.

“Debería inaugurarse una nueva forma de calcular el espacio público verde. Para eso hay que saber quiénes son los que desarrollan vida desde lo vecinal y que no son soslayables, también hay que pensar en quienes podrían querer ir a esos parques. Eso da un mínimo espacio que tendría que estar libre para que la gente circule, es decir, qué cantidad de metros cuadrados no se pueden tocar antes de habilitar ferias”, finalizó Abrevaya desde los micrófonos de Radio Arinfo.

 

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