La historia de la Avenida General Paz

El trayecto que marca el límite entre la Ciudad de Buenos Aires y la provincia tiene muchas particularidades. La historiadora Susana Boragno cuenta todo sobre ellas




La General Paz es un trayecto que solemos nombrar todos los días por los accidentes o los cortes que se dan allí. Sin embargo, es una Avenida cargada de historia y de hechos que vale la pena conocer.

“Después de la revolución de 1880, las autoridades nacionales no tenían sede y estaban en la provincia de Buenos Aires, que no quería ceder ese territorio. Solo se logró que cediera un pedacito de la capital, pero este resultaba chico para tanta inmigración que llegaba. Con tratos diplomáticos, se logró finalmente que la Provincia cediera los partidos de flores, Belgrano y San Martín. Eran 200 hectáreas y la Provincia puso como condición sine qua non que la Capital tenía que construir un boulevard de 100 metros de ancho en el territorio cedido para separarse. Es por eso que la actual General Paz está ubicada totalmente en territorio de la Capital”, relató la Lic. Susana Haydée Boragno, historiadora que se ha especializado en este camino porteño.

Sobre la construcción de la General Paz, comentó: “En 1887 se decide la separación y en 1888 se hacen los deslindes. Pero la obra no se concretó rápidamente. En 1904 se aprobó una ley que declara a su traza ‘tierra de utilidad pública’, para expropiar todo en el terreno por donde iba a pasar la avenida. La Municipalidad fue la encargada de hacer expropiaciones. Como era una zona de chacras, hubo muchos litigios y juicios. Fue todo muy lento”.

“En 1932 cambia el Gobierno y se crea dirección de Vialidad Nacional, que fue la encargada de hacer la construcción y de terminar con todos los juicios de expropiación. De esa manera, se empezó a construir la General Paz el 8 de junio de 1937”, precisó la historiadora en diálogo con “Aquí la 13” por Radio Arinfo.

Boragno comentó que la obra se dividió en dos: del Riachuelo hasta Rivadavia y de Rivadavia hasta el Río de la Plata. Se trabajó en los dos tramos al mismo tiempo con distintas empresas. Antes de empezar las obras, se valuaron tierras 200 metros de cada lado porque la ley decía que, una vez inaugurada la Avenida, se debía pagar una contribución de los frentistas por el aumento del valor de sus propiedades.

“La General Paz no llega a ser una autopista, es una avenida de circunvalación. No tiene que tener corrientes encontradas de tráfico y no la pueden cruzar avenidas ni ramales de ferrocarriles. Es por eso que se buscaron soluciones determinadas para cada cruce. Si la avenida era importante, como Libertador, Constituyentes o Alberdi, se hicieron rotondas. Para las calles menos importantes se hicieron rotondas más elípticas”, dijo.

En ese marco, recordó que la General Paz era “un espectáculo” y que era motivo de atractivo: “Fue una obra espectacular. La gente iba a hacer camping, llevaba el mate, hacía caminatas los fines de semana. Fue como un pulmón para la Ciudad”.

“Durante su construcción se crearon asociaciones de vecinos como los Amigos de la Avenida general Paz y la pro-junta de apertura. Ellos pensaban que tenía que haber casas en el medio, salas de primeros auxilios, jardines de infantes, etcétera. Se pensaba que hacer una avenida tan ancha en una zona de chacras era una barbaridad. 80 años atrás les parecía que no estaba bien, que era una exageración”, señaló.

La parquización de la Avenida la hizo Carlos Thays II y los puentes fueron revestidos con piedra de Mar del Plata y martelinado. En las famosas Casitas de la General Paz vivían los jardineros que se ocupaban del cuidado. A diferencia de lo que apunta la creencia popular, a la General Paz no la hizo Juan Domingo Perón, él se ocupó solo de terminar la última parte, que iba de Avenida del trabajo al Riachuelo.

“La General Paz se construyó en época de la Segunda Guerra Mundial, por lo que sus 33 puentes de cemento estaban preparados por si llegaba a haber bombardeos, para que la gente se refugiara”, aseguró la historiadora, en uno de los datos más insólitos de este trayecto.

Esta Avenida no tiene caminos paralelos. Las primeras ampliaciones se hicieron desde la Panamericana hasta la rotonda de Libertador porque venían muchos camiones con productos hacia el puerto. Fueron dos kilómetros y 400 metros que se hicieron más anchos.

“Se pensó que se iba a seguir ampliando, pero eso quedó detenido en 1974. Dromi tuvo un proyecto para ampliarla pero no se concretó porque eso implicaba cobrar peaje. En 1994 se modificó el sistema de Vialidad Nacional, que quedó para Rutas del País. Los Accesos fueron por licitación y los ganó Autopistas del Sol. Hoy, la empresa tiene que hacer el mantenimiento de la General Paz sin cobrar peaje allí. Para eso también gestiona la Panamericana”, indicó Boragno.

Finalmente, la historiadora se mostró crítica de las ampliaciones que se están haciendo en la actualidad y desestimó que se puedan llevar adelante proyectos como los que prevén que trenes circulen por arriba de la Avenida porque consideró que esta “no da más” y que “hay que buscar caminos alternativos”.

“Antes había jardines, árboles, vegetación, juegos. La población creció mucho: primero pasaban 20 mil  autos, luego 50 mil y hoy 300 o 400 mil por día. La General Paz está colapsada siempre”, concluyó desde los micrófonos de Radio Arinfo. 


 

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