Original proyecto para oxigenar el agua del Lago Lugano

Un arquitecto argentino desarrolló una isla artificial a energía solar que contribuye a sanear las costas del lago




Hace pocos días, se instaló en el Lago Lugano de la Ciudad de Buenos Aires, que es parte de la cuenca Matanza-Riachuelo, la primera isla artificial que funciona a energía solas y que ayudará a oxigenar los márgenes, con el fin de ayudar al saneamiento.

“Se trata de una isla artificial que está flotando en el agua y que recibe la energía solar a través de un panel. Esta se convierte en energía eléctrica y se la lleva a una bomba, que toma el agua a unos 60 centímetros de profundidad. La bomba arroja el agua hacia afuera por medio de un aspersor y así se riega. Ese contacto con el aire, se devuelve el oxigeno al agua y, a la vez, al caer el agua en la superficie esta se hace más turbulenta. Donde más se busca ese efecto es en las costas del lago, que es donde hay mayores problemas de oxigenación”, explicó el Arquitecto Sebastian Zanetti, inventor de la isla flotante.

Este dispositivo no acumula energía, sino que funciona siempre y cuando haya sol. Es decir, se acciona de día y se apaga de noche. Esto es automático con la salida del sol: no se necesita que alguien lo prenda o apague. Tampoco necesita baterías, que es un elemento contaminante para el agua y que también requiere mantenimiento. Además, una batería tendría mayor costo podría sobreexigir a la bomba.

“Esta una configuración distinta: no se trata de una obra de infraestructura que se debe construir in situ, sino que son dispositivos autónomos e independientes, a los cuales se puede ubicar donde se quiera. Incluso, se los puede usar durante un tiempo determinado en un lugar y luego se los puede llevar a otro. Hoy hay uno solo funcionando, pero la idea es hacer más. El objetivo es ver resultados en corto plazo”, planteó Zanetti en diálogo con “Urba-NOS” por Radio ArinfoPlay.  

Esta iniciativa se implemento en conjunto con la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad (APRA). Zanetti ganó un concurso organizado por el organismo, luego lo desarrolló e implementó. Recientemente, la isla fue exhibida también en la Expo Biosustentable.

“El objetivo ahora es limitar el espacio del lago para ver los resultados en un plazo corto y hacer la documentación que permita escalarlo y sacar datos reales. El lago tiene 500 metros de diámetro y una forma circular, su mayor problema es en las orillas. Entonces, hay que pensar en términos de perímetro. La intención a futuro es poner unas diez islas y comenzar a tomar mediciones. Probablemente estas se moverán periódicamente”, señaló el desarrollador del dispositivo, quien anticipó que, dependiendo de los resultados, es probable que se lo lleve a otros lagos de la Ciudad.

Asimismo, comentó: “Ya hay otros proyectos de oxigenación de agua.  Este sistema es como el de la pecera o de un acuario. Los proyectos previos a gran escala previos incluían cascadas artificiales, algo que se va a hacer en el Riachuelo. La idea, en este caso, es alimentarlo a través de energía solar”.

“Yo, en un principio, había pensado este sistema para el Riachuelo, por lo que tenía forma de boya, más compacta. Cuando se la llevó al Lago Lugano, se lo pensó como isla artificial. La gente de ‘Colectando sol’ colaboró con las articulaciones para permitir que se eleve la isla junto a las crecidas de agua y con la parte técnica del armado del panel y la bomba. Ahora tiene un anclaje que le permite desplazarse en forma horizontal, sin que el panel pierda su orientación hacia el Norte para recibir el sol”, destacó Zanetti.

Finalmente, el arquitecto concluyó desde los micrófonos de Radio ArinfoPlay: “La idea es sumar. Quizá esto no es lo único que se puede hacer porque hay otras complejidades a tener en cuenta en el saneamiento de algo tan contaminado como el Riachuelo, pero la idea es sumar”.

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