Cómo atravesar la estresante situación de planificar un casamiento

Una psicóloga brinda consejos para superar los miedos al compromiso y para realizar con soltura los preparativos para el gran evento




“Es un gran paso. La persona siente que hay un antes y un después, algo que lo marca. Es un paso decisivo de compromiso”. Con esa frase, la psicóloga Beatriz Goldberg describió las sensaciones que salen a la luz cuando una pareja decide casarse.

Se trata de un momento de plena felicidad pero también de muchas tensiones, por la presión de la organización y por los temores al compromiso que pueden surgir en el camino.

“Hay un miedo que sienten todas las personas. Hoy en día, el miedo lo tienen tanto hombres como mujeres. Algunos, aunque conviven, les cuesta mucho la impronta del sello del matrimonio. Tal es así que muchas parejas se casan y pronto se separan”, analizó.

En esa línea, amplió: “La gente siente lo que pierde con el otro más de lo que gana. Hay una sensación de que ‘me pierdo en el otro’, de que el otro me quita tiempo, me limita o de que voy al compás de él. Hay cosas medio inconciliables: uno tiene cada vez más vida propia individual y cuesta mucho a veces combinar con el otro”.

“Internet, el trabajo o el estudio en la casa, hacen que no haya horario de corte. Hay parejas que no se juntan por miedo a la obligación de parar su mundo cuando llega el otro y por eso optan por encontrarse solo quieren. Hay que perder el miedo y dejar de lado esos pensamientos de ‘me va a conocer más en al convivencia diaria’, ‘me va a ver cuando me levanto todos los días’. Hay que pensar cómo uno vive, dónde vive, qué situaciones se enfrentan, etcétera”, agregó Goldberg en diálogo con “Con ojos de mujer” por Radio Arinfo.

Asimismo, la especialista habló de las tensiones que produce la difícil labor de organizar un casamiento: “El atareamiento  a uno lo entretiene y lo excita. Pero, detrás de eso, hay lucha de poder. Ahí tenemos una microsituación en la que se puede encontrar una muestra de cómo puede ser el futuro, pero no lo vemos y el ojo externo lo ve mucho más”.

“En la terapia se puede ver una muestra de todos los problemas que se podrían evitar en el futuro en esos días. Está todo al rojo vivo, está muy movilizado. Los padres, los hijos, los hermanos, todos están así. Se ven las intromisiones y las dependencias de la familia también”, postuló.

La psicóloga planteó que, en esos meses, la pareja está “con todas las sensaciones” y las personas se tornan “muy sensibles”. En ese marco, argumentó: “Todo está más exacerbado, peroo es un muestreo de lo que puede haber en el futuro. Eso se puede aprovechar para bien, para decir ‘esto es lo que va a pasar de ahora en más’”.

Finalmente, dio algunos consejos para atravesar esta situación estresante de la mejor manera posible: “Debemos centrarnos en aquellas cuestiones positivas de la pareja y tratar de hacer decisiones en base a los dos, con buena onda. No hay que sentir que la vida depende de que no salga algo mal, porque siempre hay cosas que no se pueden controlar. Hay que aprovechar el momento, que es único y que no se va a repetir ni cuando sea el tercer matrimonio de alguna de las partes. La sensación de encuentro, la decisión de juntarse y de casarse es un momento importantísimo. Hay que disfrutar de la espontaneidad”.

“También hay que disfrutar los últimos momentos de la vida anterior y no pelearse con eso. Uno se reconcilia con lo nuevo y tira todo lo anterior, pero no es así. Tampoco hay que comparar a la pareja con nadie ni idealizarla, porque no se puede ser perfecto. Hay que mostrarse tal cual uno es y ser lo más espontáneo posible. La idea es pasarla bien, estar contento y capitalizar todo lo bueno que tiene la situación de pareja”, concluyó desde los micrófonos de Radio Arinfo.



Escuchá "Con ojos de mujer" los martes de 14 a 15 horas por www.arinfo.com.ar

 


 
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