Una historia de superación: Gustavo Villarreal conectó Rosario y Paraná a nado

      Un accidente que le valió la amputación de su pierna le cambió la vida. Dejó atrás las adicciones  e inició una fructífera carrera como nadador       




Gustavo Villarreal es un vecino de Morón que, en su juventud, era adicto a las drogas y corría a altas velocidades en su moto. Un día, tuvo accidente que le valió la amputación de su pierna. A partir de allí, rehízo su vida, salió de la adicción y se convirtió en nadador de aguas abiertas.

Entre los días 14 y 17 de abril, Villarreal cumplió un nuevo objetivo: unió las ciudades de Rosario y Paraná a nado por el río. Fueron tres días de nado diurno que le permitieron cubrir los 180 kilómetros que separan a las localidades.

“Lo más importante es tener fe. Si hubiese dudado, no me hubiese recuperado de las adicciones. Hace 14 años que no consumo y hace 12 que estoy en tratamiento. Hace 10 que empecé a nadar, luego de mucho tiempo sin hacerlo”, dijo el vecino de Morón a “Radioterapia” en Radio Arinfo.

El desafío de Villarreal es nadar todo el río Paraná, que son 1320 kilómetros en total. Lo va haciendo por etapas. Ya hizo el trayecto Buenos Aires-Rosario (400 kilómetros) y Rosario-Paraná (180). El resto pensaba hacerlos en 20 días consecutivos de nado “pero el tema se complicó”, reconoció.

“Quiero ayudar a través de la natación”, aseguró el nadador paralímpico de aguas abiertas, quien con este desafío juntó alimentos no perecederos, ropa, útiles escolares y zapatillas para un comedor de Rosario, que da de comer todos los días a 200 chicos.

Aunque hace años que entrena en el Cenard, esta vez no le permitieron finalizar su preparación por problemas en su acreditación anual. “Me sentí mal”, dijo el deportista, quien recientemente estuvo en el programa de Anabella Ascar en Crónica TV.

Finalmente, Villarreal dejó un mensaje de esperanza y superación: “Se puede. Sin fe no se puede proyectar un futuro ni programar nada. La fe mueve al mundo. Mi vida deportiva va a seguir adelante, así me prohíban entrar en el río. Siempre que se me cerró una puerta, luego se me abrió otra más grande”.

“Hay que ser coherente y seguir el rumbo, en mi caso es seguir estando alejado de las drogas y de la adicción que voy a llevar de por vida. Tengo que cuidarme. La natación y mi familia son pilares fundamentales”, concluyó desde los micrófonos de Radio Arinfo. 
 


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