“El juego es la actividad central del Nivel Inicial, no debe faltar ni un día”

La especialista Ruthy Kuitca analiza qué espacio se le da hoy a lo lúdico en los jardines de infantes. Advierte sobre los riesgos de adelantarse con contenidos de niveles superiores




Los conceptos y las estrategias vinculadas a la Educación Inicial han cambiado en las últimas décadas. Antes tal vez se pensaba que no importaban tanto los contenidos y que lo central era que la salita sea un espacio al que los chicos pudieran ir a jugar y a hacer amigos. Hoy, esto último se mantiene, pero otro tipo de enseñanzas también pasaron a tener una gran valoración.

“En la actualidad, jugar, hacer amiguitos y pasarla bien son contenidos fundamentales del nivel inicial y hay que trabajarlos como tales. Se enseña y también se aprende de a jugar, por lo que hay que tomarlo como un contenido propio de la enseñanza y, además, como un espacio educativo privilegiado para niños y niñas. También el proceso de socialización y de desarrollo de las personas es una de las bases del Nivel Inicial. No es tan sencillo, este nivel tiene toda su complejidad: se va avanzando, creando lazos y vínculos año a año”, explicó Ruthy Kuitca, supervisora docente de nivel inicial de escuelas privadas del ministerio de Educación de la Ciudad e integrante de OMEP (Organización Mundial para la Educación Preescolar).

La especialista aseguró que lo lúdico no equivale a libertad total, ya que jugar impone ciertos marcos: “No es lo mismo hacerlo en casa que en el jardín. Hay espacios, horarios, materiales, una organización espacial y determinados compañeros. Todo eso se pauta. El maestro planifica ese juego. Para el niño parece espontaneo, pero tiene una intencionalidad educativa bien precisa”.

“Hay estrategias lúdicas a través de las cuales los chicos aprenden contenidos. Se aprende a través del juego y también se aprende para poder jugar con otros”, agregó.

Kuitca aseguró que el juego es la “actividad central” de Nivel Inicial, por lo que “no debe faltar” y “debe estar presente todos los días”. “No se debe hacer solo cuando queda un ratito libre, sino al revés”, consideró.

“A veces el juego no está. Los chicos a veces salen del jardín y dicen que no jugaron. Hicieron actividades, pero no hubo juego. Ellos distinguen muy bien una cosa de la otra. Siempre hay atmósfera y clima lúdico en el jardín, pero no se juega todo el tiempo. A veces nos la pasamos de actividad en actividad y nos olvidamos del espacio del juego. Muchas veces hoy sucede que los chicos no tienen los espacios o los tiempos necesarios para jugar. Es llamativo porque en el discurso no se escucha, ningún docente va a decir que no es importante el juego. Sin embargo, en la planificación, el juego solo aparece un ratito el viernes a última hora, como algo relegado. Desde la supervisión lo marcamos y tratamos de acompañar un cambio”, planteó.

En ese marco, la integrante de OMEP afirmó que, para los chicos, el hecho de pasarla bien en el jardín implica que “hay adultos que los miran, los respetan, los escuchan, los quieren, les preparan actividades y los reciben con cariño”. “Todo esto es indispensable en la primera infancia. Lo necesitan para crecer y aprender”, remarcó en diálogo con “Aprendemos juntos” por Radio Arinfo.

En otro plano, Kuitca señaló que el diseño curricular del Nivel Inicial incorpora muchas otras áreas de conocimiento, más allá del juego, siempre organizadas de modo que los pequeños puedan ir incorporando los contenidos.

Asimismo, alertó sobre la aceleración en intentar enseñarles contenidos y modos de enseñar propios de otros niveles educativos: “No quiere decir que en nivel inicial no se hable de las letras, no se lea, no se cuenten cuentos o no se presenten situaciones problemáticas que impliquen matemáticas. Pero siempre es necesario fijarse cuáles son las estrategias didácticas propias del nivel inicial. El diseño curricular habla de prácticas de lenguaje, escritura y lectura, pensando en el inicio de la formación de un lector o escritor. Con esos contenidos hay muchas actividades interesantes para hacer, los chicos se apropian de estos contenidos y pueden avanzar con mucho interés. La primaria luego se ocupará de la sistematización necesaria para adquirir finalmente el alfabeto”.

“Hay apuro en la sociedad en general por resolver las cosas más rápido. En el jardín, entonces, decimos que somos una contra-cultura: si afuera se corre, acá vamos despacio. Si afuera hay mucho ruido, acá tratamos de hablar más bajito. Son cosas que nos parecen importantes de transmitir a niños que están formando su personalidad. Intentamos manejarnos con otros ritmos y tiempos, escuchando y respetando las necesidades de los más pequeños. No hace falta correr en cosas que son importantes para su autonomía y crecimiento”, recalcó la supervisora.

La especialista celebró que recientemente se haya sancionado una ley que hace obligatoria la sala de cuatro a nivel nacional y opinó que la crianza de los chicos es compartida entre los padres y la escuela. “Somos socios en esto”, dijo desde los micrófonos de Radio Arinfo.

Finalmente, habló sobre las problemáticas que hoy se ven en los jardines a los que le toca supervisar: “Las escuelas están atravesadas, como toda la sociedad, por las situaciones de incertidumbre o problemáticas de las familias. Siempre preocupa cuando el adulto no puede tomar su rol y hacerse cargo. Ese niño, aunque tenga familia, termina solo, sin contención o ayuda para elegir y tomar decisiones. Además, hay zonas que repiten la desigualdad y faltan vacantes en jardines. Por eso es necesario que haya más escuelas. En muchas, además, se necesitan más docentes porque hay grupos muy numerosos y por ser niños pequeños necesitan más de un maestro. Hay que seguir insistiendo en cómo miramos a estos niños, quiénes son, qué capacidades tienen y ofrecerles espacios para que se desarrollen de forma integral. Hay mucho para hacer, pero sobre todo hay que darles el lugar que se merecen”

“Lo positivo es que hay buen eco cuando conversamos con las directoras sobre la importancia del juego, de los pilares de la educación infantil, de la didáctica y de tener en cuenta características de cada niño”, concluyó Kuitca.
 

 

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