Luisina Brando: “Hoy elijo tener tiempo para mí”

La reconocida actriz repasa sus éxitos más destacados y revela por qué no acepta hacer personajes en tiras diarias en la TV




Luisina Brando es una de las actrices más destacadas de la escena nacional. Con larga trayectoria en televisión, cine y teatro, la artista hoy elige cuidadosamente sus trabajos y valora con ahínco su vida personal.

“Suelo pasar por diferentes momentos. De repente, me ‘doy con un hacha’ y digo ‘Si yo pudiese repetir cosas que pasaron hace diez años…determinada escena… cómo no me di cuenta’. Y, a veces, cuando lo veo en otro estado, pienso que no es tan terrible lo que hice. Igual, siempre me quedo con la sensación de que pude haber buscado un poco más. No me mando la parte de que soy inflexible”, dijo Brando a la hora de hablar de cómo mira su labor.

Respecto a sus logros artísticos, señaló: “A veces pienso ‘qué regalona que fue la vida conmigo’, pero la verdad es que la trabajé, la busqué y transpiré la camiseta también. Tuve oportunidades en momentos muy particulares, con actores muy especiales, con directores muy ricos de los cuales aprendí mucho. En ese momento uno no se da cuenta, pero con el tiempo sí. En cuanto a las inmensas posibilidades de sembrar personajes, me doy cuenta de que la vida me regaló muchas situaciones hermosas”.

Uno de los grandes éxitos de la carrera de la actriz fue la película ‘Señora de nadie’, estrenada en el año 1982 y dirigida por María Luisa Bemberg. Brando calificó a ese film como “un hito” para su trayectoria: “Para mí fue muy importante trabajar con ella (con Bemberg) por lo que ella significaba en ese momento en el cine argentino y, además, poder hacer un personaje que rompía con todos los tics que supuestamente debía haber tenido una mujer engañada por su marido. El hecho de enfrentar lo que le pasaba con una valentía, sin mentirse a sí misma, pero también con el mismo miedo y la inseguridad que le daba el meterse en un camino distinto. También poder tener la bravura de decir `los chicos se quedan con su padre’, que es lo que normalmente ninguna mujer hace o trata de no hacer. En este caso, esta mujer toma la determinación de dejar a sus hijos con el padre y hacer un camino ella misma para ver dónde estaba parada”.

“También estaba todo el tema de la relación que establece con el personaje de Julio Chávez, algo que tampoco se había visto en historias de cine: cómo una mujer se acerca a alguien que la observa sin ningún otro interés que el del más puro amor. Los dos se acompañaban en la soledad. Eso fue muy interesante”, agregó.

La actriz también se lució en “De eso no se habla”, un film de 1993 filmado en Colonia, Uruguay, por la misma Bemberg, junto al reconocido actor italiano Marcello Mastroianni; “Yo pensaba que iba a ser muy complicado. El personaje que yo tenía que hacer era el de la mamá de una enana. Cuando a un actor lo ponen con un perro, dicen este se lleva toda la atención. Yo en esa película estaba con una enana y con Mastroianni ¿quién me iba a mirar a mí?”

“Fue tan maravilloso trabajar con Mastroianni. Tuve la sensación en mi cuerpo y en todo mi ser de que había trabajado con él antes, que era un compañero de toda la vida. Encontraba en él a un cómplice, cómo se necesita para actuar. Yo sentía que él lo hacía para mí y yo actuaba para él. Había una devolución mutua que era muy linda. Fueron muy buenas todas las escenas que pude rodar con él, nunca me hizo sentir que estaba lejos, al contrario, era uno más entre todos nosotros. Los días que no le tocaba filmar, iba al set a ver lo que estábamos haciendo y lo gozaba. Entraba en relación con el maquillador, con nosotros y con todos. Era realmente muy cálido tenerlo al lado. Fue una experiencia maravillosa”, valoró Brando en diálogo con “Bragatíssimo” por Radio Arinfo.

Su primer trabajo en el ambiente artístico fue a los 14 años, cuando aún estaba en la escuela secundaria, en el programa de televisión de Pepe Biondi. Brando define a ese momento de su carrera como “un gran aprendizaje” y como la posibilidad “de ser conocida” entre el público. Luego, trabajó en Telecómicos, junto a Juan Carlos Calabró, Aldo Camarotta y Nelly Beltrán, entre otros.

“En determinado momento quise algo distinto para mí, como trabajar en algo más comprometido. No desestimé esa experiencia con Biondi de ninguna manera, pero yo quería dejar todo y dedicarme a la música y el piano. Al mes de haber dicho eso, me puse a estudiar teatro con Carlos Gandolfo en la Sociedad de Actores. Así comencé una carrera más profunda, que derivó en la temporada en el teatro Pairó y temporadas con Roberto Durán. Tomé otro color y otro camino”, recordó.

En ese marco, la recordada protagonista de éxitos como “Los buscas”, “Soy gitano” y “Herencia de amor” hizo referencia a su amor por la música: “Llegué a estudiar en el Conservatorio Nacional y a dar pasos muy interesantes. Cuando apareció la gran posibilidad de Biondi, eso significaba un ingreso interesante. Éramos muy humildes y no es que entré hacer algo que estaba por verse y algo inmediato, lo elegí de común acuerdo con mis viejos porque ellos nunca me obligaron a nada”.

“Lo de la música es algo que está guardado, en algún momento o en alguna otra vida, lo desplegaré”, sostuvo la madre del prestigiosos compositos Federico Jusid.

Hoy Brando coordina grupos de teatro con gente que viene de diversos ámbitos. “Me da mucho placer enseñar y dirigir”, admite. En TV, solo lige posibilidades que le permiten filmar pocos días o hacer temporadas con personajes de corta incursión. “La tele es arrasadora, es como si explotara una bomba neutrónica en el living de tu casa”, asegura.

“Hoy elijo fundamentalmente tener mucho tiempo para mí. No es que no me guste trabajar o estar en cámara, pero hay un momento de la vida, sobre todo después de los 50 años, en donde se le otorga al tiempo un valor muy importante, más contante y sonante que el del dinero. Cuando me proponen trabajar, una tira me significa estar 12 horas fuera de mi casa todos los días durante un año y no tengo ganas de hacer eso. Me puede gustar el personaje, los actores, el director y todo, pero no me gusta estar tan lejos de mis cosas. Cuando tenés 25 o 30 años esto te parece fantástico, pero después pierde la gracia. No estoy apartada de la tele, digamos que lo veo todo desde un balcón”, concluyó desde los micrófonos de Radio Arinfo.  


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