Federico Jusid, un valor de la música argentina que brilla en el mundo

El músico y compositor se destaca por su aporte a la industria cinematográfica de Hollywood y Europa. Un repaso por su brillante carrera

Desde muy pequeño, Federico Jusid absorbió en su hogar la pasión por el arte y la cultura. Como hijo de la actriz Luisina Brando y del cineasta Juan José Jusid, el joven supo desde muy temprano que su vida estaría ligada a los escenarios y los estudios de grabación del mundo.

“Desde que empecé a estudiar música, había algo latente en mi casa de pensar que es interesante ver qué pasa en otros sitios: viajar, estudiar, aprender. No necesariamente para quedarse, sino para crecer, ver otras realidades, y aprender con otros maestros. Cuando terminé el Conservatorio, tuve la suerte de conseguir becas para estudiar en Nueva York, conde estuve por cuatro años y medio), luego Boston, Bruselas y Madrid”, recordó Jusid, de 41 años.

El músico y compositor argentino ya lleva 15 años viviendo en Madrid aunque, en los últimos dos, gran parte de su vida ha transcurrido también en Los Ángeles, Estados Unidos, de donde lo llaman los grandes estudios de Hollywood para hacer la música de sus películas.

“Lentamente se fue abriendo un camino que desembocó en Madrid de manera inesperada. No era un destino prefijado para mí. Nuestro país tiene una importante y larga historia de coproducciones cinematográficas con España, así que varios largometrajes que hice en Argentina los terminé grabando y mezclando en España. Así desarrollé vínculos de trabajo, cada vez viajaba más seguido y luego comencé a hacer proyectos directamente en Madrid. Como quien no quiere la cosa, me quedé. Hoy allí están mi oficina y mi estudio, donde tengo bastante trabajo, lo que es una bendición”, comentó.

Hoy Jusid hace música de cine y música de conciertos. Ha recibido numerosos premios y distinciones que le generaron aún más trabajo.  Hizo la música de películas exitosas como “El secreto de sus ojos”, “Betibú” o “La ignorancia de la sangre”. Hoy trabaja y graba con orquestas en Budapest, Bratislava y Madrid. Además, tiene una colaboración permanente con la orquesta y el coro de Radio y Televisión Española (RTVE).

“El momento más divertido para lo que escribimos música para cine y música ‘seria’ es cuando del papel se pasa a la acción y el músico toma la partitura. Es un momento siempre sorprendente, como el del primer día. Pese a hacer muchas películas, cada uno es un momento de un subidón enorme. Se aprenden nuevas cosas cada vez. Hay, además, una devolución de los intérpretes: uno escribe en un papel de determinada forma, pero viene un tipo que tiene una experiencia distinta y una mirada diferente, que eleva esa música muchísimo. Uno sabe cómo va a sonar determinado acorde, pero cuando lo están tocando es maravilloso. Es como si no se hubiera podido imaginar. Es muy difícil de describir”, remarcó el argentino en diálogo con “Bragatíssimo” por Radio Arinfo.

A la hora de diferenciar cómo es el trabajo en la industria del cine europea y en la norteamericana, dijo: “En Europa, hay constante diálogo estético y de búsqueda con el director de la película y con los productores. También hay cierta libertad creativa. Las grabaciones son más distendidas y más humildes por los presupuestos que se manejan. En Los Ángeles, en cambio, el interlocutor a veces es el director, pero también los productores y el estudio. Hay mucha gente que opina y da la nota sobre la música. Uno envía una propuesta y ellos deciden o mandan sus notas. Es un poco más industrial, con todo lo bueno y lo malo que eso significa. En EE.UU se permite expandirse con orquestas más grandes y más sesiones, los tiempos son más extensos. En Europa estamos más acotados de tiempo”.

Actualmente, Jusid está en Los Ángeles trabajando en la música de la película “Kidnap”, un thriller dramático que será protagonizado por la ganadora del premio Óscar Halle Berry. Luego volverá a Madrid para grabar la banda sonora para la serie de RTVE “Carlos, Emperador”, la secuela de la exitosa “Isabel”.

Al ser consultado sobre si prefiere desarrollarse como concertista de piano o como compositor, planteó: “Me encanta hacer conciertos y cada tanto vuelvo a hacerlos, pero cada vez implica más preparación. Hace diez años estaba ocho horas con el piano, hoy estoy como un jugador de fútbol veterano que ya no corre y que necesita rehabilitación. Hay que poner a punto la técnica y eso me lleva trabajo. Pero, por el otro lado, es algo que me hace muy bien y que alimenta lo oro, la composición. Ojalá pueda continuar siempre tocando música de cámara y conciertos porque siento que hace que pueda escribir mejor”.

Respecto a sus referentes en la música, recalcó: “Los Maestros que tienen más impacto son los que uno conoce cuando es pequeño. En Argentina, Claudio Espector fue importante para mi desarrollo musical. Sergio Aschero, cuando yo tenía 6 años, me ayudó a relacionarme con la música desde un lugar de mucha creatividad y de juego. Más adelante me crucé con Martha Argerich y trabajé con ella en Bruselas, fue muy inspirador”.

Finalmente, Jusid admitió desde los micrófonos de Radio Arinfo que le “encantaría” volver a trabajar a la Argentina. “Es algo que quiero hacer pronto: volver y tocar. Puede ser música de cine. Me gustaría llevar mi proyecto al país”, sostuvo.

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