Profesionales de la salud trabajan con los abuelos en la previa del parto

La psicóloga Mirta Videla da detalles de su labor con los mayores para explicarles sus roles y sus funciones ante la llegada de un nuevo nieto





La psicóloga Mirta Videla es una de las referentes a nivel nacional de todo lo que implica la psicoprofilaxis obstétrica y todo lo relacionado al parto y la maternidad. Hace casi 53 años que trabaja en el tema, luego de haber comenzado su carrera en el año 1963 en el hospital Alvear de la Ciudad de Buenos Aires.

También es una especialista en una temática que ha tomado auge en los últimos años, como es la violencia obstétrica, una cuestión que ya había abordado en su libro “Maternidad, mito y realidad”, que se basa en una mirada crítica sobre lo que se hacía en el nacimiento humano en los hospitales. “Es un tema que sigue teniendo vigencia y por eso el libro sigue saliendo. Porque, a pesar de lo que decimos hace 50 años, se sigue ejerciendo la violencia obstétrica en las salas de parto”, lamentó.

Videla ha ampliado sus horizontes profesionales y hoy no solo se circunscribe a las psicoprofilaxis obstétrica, sino que trabaja fuertemente en la humanización del equipo de salud y no del parto, como se suele decir.

“También trabajo con la mujer, su compañero y la familia. En los últimos 15 años, he trabajado con equipos de médicos junto a los abuelos, que es tema muy importante. Todo lo que hace a la prevención es muy importante ante la llegada de un niño. Cada dos meses tenemos 160 o 180 abuelos en los cursos. Allí hacemos un repaso desde el nacimiento de las abuelas y abuelos, luego de los hijos y hasta de los nietos. Eso nos permite hacer una revisión muy importante de pautas de crianza, de ideas y de mitos. Así evitamos los malos entendidos en los vínculos humanos entre generaciones, algo que ocurre cuando los temas se silencian y no se hablan. Es decir, cuando se callan los temores, las dudas, los fantasmas”, contó la especialista al programa “Ciclo vital” en Radio Arinfo.

En esa línea, Videla hizo hincapié en que “los que crían son los padres” y aseguró que los abuelos “no biencrían ni malcrían: acompañan, juegan, se divierten y transmiten la memoria, que es una función muy importante”.

“En los cursos, a las parejas jóvenes se les muestra que los abuelos atraviesan una situación difícil, que es entender que su vida ya está en los escalones finales y que la procreación ya no se va a producir. La llegada del primer nieto moviliza la conciencia de la finitud y de la pérdida de la capacidad procreativa. No siempre esos duelos son bien elaborados. La consecuencia es maniacamente decir ‘Otra vez soy padre o madre’ y querer imponer sus pautas. Todo eso lo esclarecemos es un clima cordial, con chistes. El resultado siempre es bueno”, afirmó la psicóloga.

Otro de los puntos importantes que se trabaja en el espacio que lidera Videla es el tema de las visitas en el hospital: “Es difícil poner límites y las visitas en el sanatorio suelen ser el punto álgido. Siempre hay una madre o una suegra a la que se teme por “invasora”. Se cree que una parturienta pierde el pudor cuando es madre y, en realidad, la invaden cuando está dando de mamar o cuando le están haciendo alguna revisación física. Nosotros esclarecemos a la familia que el recién nacido no tiene defensas. Por lo tanto, no lo puede levantar cualquier como si fuese un muñeco para mostrar, sino que solamente lo pueden hacer sus padres y el personal de la clínica. Esto cuesta aceptar, pero cuando explicamos porqué y que es en beneficio del niño, los abuelos y la familia entienden”.

“También hay un mito de que la mamá o el papá ya no son más hijos y eso no es así. Tienen necesidad de que los mimen, los quieran y les den cosas. A la mujer, cuando está embarazada, le preguntan todo el tiempo cómo está y qué necesita, pero cuando nace el bebé ya no le consultan más nada y pasan directo a verlo al niño”, apuntó.

Finalmente, Videla comentó que, en los últimos años, una de las quejas que más plantean los recientes padres es que, con los nuevos sistemas de comunicación, los abuelos ponen en Facebook o informan por whatsapp que nació el bebé y todos se acercan a la clínica a partir de eso.

“Es una invasión de extraños que apabullan a la parturienta, que lo único que quiere es intimidad. Por eso nosotros creemos firmemente en el trabajo con los abuelos. Los hacemos responsables del resguardo de la intimidad de sus hijos. Ellos lo hacen y lo toman muy en serio como su función. El resultado realmente es muy bueno”, afirmó desde los micrófonos de Radio Arinfo.
 


 
Comentarios
Enviá tu Comentario