Violencia contra los varones: De eso no se habla

El miedo a la denuncia y a la humillación pública hacen crecer la angustia entre quienes sufren esta problemática




En los últimos años, los medios de comunicación han sido caja de resonancia de diversos casos de violencia de género. Cada vez con más atino, la temática se aborda con cuidado y respeto hacia las víctimas. Pero, ¿qué ocurre cuando quien sufre la violencia por parte de su pareja es un hombre?

Según el psicólogo Marcelo Godoy, el 80% de las víctimas de violencia son mujeres, lo que implica que en un 20% de los casos los que sufren son los varones. Entre las modalidades de violencia que sufren estos últimos predominan las amenazas, la humillación, el maltrato, la denigración y la descalificación en público, sobre todo delante de los hijos. De esa manera, el hombre va perdiendo su autoestima.

“El varón no hace la denuncia porque lo vive como una doble denigración. El hecho de denunciar se vive como una humillación porque se interpreta como una señal de debilidad que cuestiona su virilidad. Culturalmente, pasa a ser visto como una persona débil e incapaz, que debería valerse por sí misma”, explicó el especialista.

En diálogo con “Con ojos de mujer” por Radio Arinfo, el Lic. Godoy  aclaró que la ciolencia que sufren los varones no es violencia de género, sino doméstica: “En el caso de la violencia de género, la violencia que ejerce el hombre sobre la mujer la ejerce por el mero hecho de que esta es mujer. En cambio, al hombre no se le pega porque es hombre, sino porque vive dentro de un vínculo violento. Es decir, la situación posiblemente haya comenzado con el ejercicio de la fuerza por parte del hombre”.
“Algunas de estas mujeres que maltratan a su pareja han sufrido violencia lo largo de muchos años, algo que pudo haber sido denunciado o no. Lo que se visualiza es la descalificación o el maltrato psicológico, pero previamente ha habido un perfil de hombre maltratador”, planteó.

Sobre la influencia que tiene en estos casos el haberse criado en un hogar violento, el especialista señaló: “El grado de varones y mujeres que han sufrido violencia en la infancia es altísimo. Ambos posiblemente han sufrido previamente ataques y, en la vida adulta, lo trasladan a la relación de pareja”.

“Cuando los chicos ven a sus padres golpearse, están conformando un núcleo violento. Posiblemente, ese maltrato doméstico, que es totalmente traumático para un niño, se traslade luego a la vida adulta y el circuito se vuelva a repetir”, agregó.

El Lic. Godoy sostuvo que las estadísticas de la Oficina de Violencia Doméstica de la Corte Suprema de Justicia dan cuenta de que la violencia doméstica no se da exclusivamente en las clases sociales menos favorecidas: “Dentro de los barrios que aparecen como llamativos respecto de la cantidad de denuncias están Flores y Lugano, seguidos por Caballito y Palermo. O sea, dos barrios con poder adquisitivo medio-alto están junto a dos de poder adquisitivo más bien bajo. La violencia muchas veces tiene que ver con situaciones de consumo de alcohol o drogas y esto es independiente del nivel socio-cultural”.

“En la mayoría de los casos, las víctimas sufren de angustia, baja autoestima, vergüenza y pudor. Todo eso lleva  a hacer una consulta tardía, lo cual agrava la situación. Tarde o temprano se puede producir una escalada de violencia y va a agravarse la situación. Lo correcto sería que la consulta psicológica se realice lo antes posible, buscando primero una orientación profesional y luego una orientación jurídica, que detenga la situación antes de que se agrave”, recomendó el profesional.

En esa línea, aclaró que una intervención judicial no solamente implica la detención de una persona: “Es algo que detiene la situación de violencia y un juez define la medida a implementar. Muchas veces es la intervención de un trabajador social o se obliga a las partes a terapia de pareja. No siempre hay una separación de las partes, sino que se busca que la estructura familiar se mantenga para rescatarla de la situación de agresión que se viene sufriendo. La idea es que se vuelva por el carril de la palabra en un contexto en que la falta de comunicación, donde no se sabe hablar y resolver problemas, hace que la fuerza física se imponga”.

“Para esto es imprescindible que los hombres pierdan la vergüenza. Así como antes era muy probable que una mujer no hiciera la denuncia y gracias a la  difusión de la violencia de género en los medios ha aumentado la cantidad de mujeres que se animan a hacerlo, creo que el trabajo que hacen los medios en relación a difundir casos de violencia doméstica hacia el hombre va a hacer que estos se animen a denunciar y a buscar ayuda lo antes posible”, finalizó el Lic. Godoy desde los micrófonos de Radio Arinfo.
 


Escuchá "Con ojos de mujer" los martes de 14 a 15 horas por www.arinfo.com.ar

 


 
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