Cómo se educa en un contexto de multiculturalidad

La experiencia de una escuela en Villa Lugano, a la cual concurren niños y niñas de distintas comunidades de Latinoamérica





Vanesa Correa es Lic. en Ciencias de la Educación y autora de diversos libros de texto. Es maestra y directora en una escuela de gestión privada en nivel inicial y primario, que queda en el barrio porteño de Villa Lugano.

Se trata de una entidad con gran población de alumnos de países limítrofes, sobre todo de Bolivia y Paraguay. Hay grupos en los cuales el 50% de los niños y niñas son hijos de extranjeros. Los chicos, en su mayoría, nacieron en la Argentina pero tienen padres bolivianos o paraguayos, por lo que conservan la cultura de su familia.

“El año pasado, resaltamos mucho la interculturalidad y el intercambio. Repasamos las nuevas inmigraciones, lo que traen, lo que se llevan y lo que nos dejan. Vimos cómo todos nos enriquecemos en relación a las diferentes culturas. Por ejemplo, las fiestas populares de Bolivia y Paraguay llegaron a Lugano y tienen una impronta fuerte en la comunidad. Entonces, muchos padres vinieron a contar sus historias, cómo llegaron al país y por qué se quedaron. Fue muy enriquecedor para todos. Estudiamos las comidas, los bailes. Dramatizamos todo eso en la escuela y se vivió como si fuese la propia fiesta, pero dentro de la escuela. Estuvo muy bueno y lo disfrutamos mucho todos”, contó Correa al programa “Aprendemos juntos” por RadioSofía.

La docente precisó que el lenguaje es otra de las cuestiones que también se aborda desde la escuela. Cuando trabajaron diversidad cultural durante el 12 de octubre retomaron el lenguaje que ellos tienen, ya que muchos hablan en quechua. Entonces, se tradujeron algunas canciones para cantarlas en quechua y castellano.

“Fue impresionante la cantidad de comidas tradicionales que trajeron cuando hicimos una  muestra de los países latinoamericanos. Vinieron los padres, cocinamos en la escuela y probamos distintas cosas. También contamos qué es lo que se come acá en la Argentina y ellos dijeron que les gusta de la comida de acá. Todo fue intercambio y conocernos unos a otros, esa es la mejor forma de hacer las cosas”, destacó la directora.

Correa también recalcó que, ante la multiculturalidad de los alumnos, se pone también una impronta muy fuerte  “de lo folklórico y lo tradicional” argentino: “No desechamos ninguna cultura, sino que vemos como entre todos nos fortalecemos. Siempre lo hacemos tomando sus raíces y aportando lo nuestro, entendiendo la cultura del otro”.

En esta escuela de Villa Lugano, se ha vuelto tradición que, el día del cumpleaños de un alumno, este concurra al aula con su familia y realice una celebración con sus compañeros que incluye mucha comida, torta y souvenires.

No obstante, esta situación excepcional genera debates institucionales internos: “Hay que cumplir normativas y horarios. Abrir la escuela y permitir estas cosas no es sencillo. Hay gente que está de acuerdo y gente que no. Entre todos tenemos que acordar cuándo se hace, en qué horario, etcétera. Le vamos encontrando la vuelta y hay que regular. Hay un ritmo escolar que cuesta cortar. Pero es importante que vengan todos a festejar porque la escuela, de esa manera, sigue siendo el lugar donde viene la familia. No tienen que venir solo para recibir una mala nota o porque faltó pagar, la idea es que se conserve la escuela como un lugar donde uno puede ir a festejar la vida”.

“Todo esto lo pensamos en función de qué lugar le queremos dar a la escuela y a la familia. Que los chicos tengan la posibilidad de celebrar con su familia y con sus compañeros es muy importante. Es un lugar de conocimiento del otro la escuela. Además, ya no es solo para los chicos hijos de bolivianos o de paraguayos, sino que es para todos. Conocer al otro es un primer paso. El otro es diferente, porque todos lo somos, pero se respeta la diversidad. Es un camino difícil, a veces se logra y a veces no”, señaló Correa.

Respecto a los métodos pedagógicos que utilizan para abordar estas diferencias culturales en los temas curriculares, apuntó: “El puente entre los conocimientos tiene que ver con encontrar herramientas parecidas. Por ejemplo, comparamos esta última inmigración de países latinoamericanos con la primera, cuando llegaron los españoles. Entramos desde lo más significativo, que es lo de ellos y lo vivencial, para después pasar a lo otro. Esto da buenos resultados”.

“También hay que trabajar cuestiones de lo social, porque algunos conocimientos son muy abstractos, pero empezamos a hacer ese camino; desde lo más cercano a lo más lejano y después al revés. En eso estamos, no tenemos una fórmula”, agregó desde los micrófonos de RadioSofía.

Finalmente, la directora de la escuela de Lugano habló de qué es lo que la motiva a seguir adelante todos los días: “Hay mucha cosa que vuelve. Es volver a la utopía de cuando una se recibió. Hay una sinergia muy fuerte entre maestros, alumnos y los padres. También hay respeto por el maestro y mucha escucha. Da la sensación de que una está en un lugar donde hay mucho para hacer, pero se puede. Hay historias y realidades muy duras que se viven todos los días, pero los chicos se fascinan y se ríen con las cosas que una propone. Son cosas que conmueven. A veces cuesta mucho motivar al otro y todo parece aburrido o que ya se vio, pero ellos le ponen mucha garra y todo parece nuevo. Eso es muy motivador. Hay mucha retroalimentación para el maestro, si la sabe leer. Eso es lo que me da las ganas de seguir”.

“Hay mucho juego, mucha música en los recreos y en los actos. La pasamos bien. El año pasado hicimos la fiesta de la tinta con los chicos de primer grado que recibían sus primeras lapiceras y cada una estaba adentro de un globo que había que pinchar, por lo que estaba el patio lleno de globos de colores. Hay que rescatar lo positivo. Todos sabemos lo que falta y por lo que tenemos que seguir trabajando. Este año el proyecto es revivir el espacio de la biblioteca para mejorar la escritura, el vocabulario y la comprensión. Muchas veces es frustrante pensar que no se llega con los contenidos o que hay chicos debajo del nivel, pero como maestros rescatamos lo que hay de positivo en cada uno”, finalizó la docente.


 
Comentarios
Enviá tu Comentario